P: ¿Que ha pasado?- preguntó sin dejarme hablar.
J: Me ha dado una carta para ti- dije dándosela entre lágrimas
Ella se apartó un poco de nosotros mientras yo le contaba todo a Fredo.
__________________Capitulo 51__________________
- Narra Justin -
Había pasado una semana y estaba desecho. Nunca podría haberme imaginado que el amor doliera tanto. Nunca me había parado a pensar que se podía echar tanto de menos a una persona como yo lo estaba haciendo ahora mismo. Y es que cada paso que daba me acordaba de ella.
En frente de la cama, podía cerrar los ojos y revivir todos los momentos de risas, de miradas, de caricias, cada broma o cada gesto, su ceño fruncido o sus mejillas sonrojadas por una palabra mía. Sus bailes tontos o sus canciones en español que me esforzaba por entender. Recordaba como rodeaba con sus brazos mi cintura o como empezábamos una pelea de cojines. Mi mente se llenaba de sus besos y sus achuchones o su vocecita de niña pequeña tratando de parecer inocente. Mi corazón palpitaba cuando la veía charlar sobre chicos con Jazzy o cuando le repetía a Jaxon que sería como yo.
¿Y ahora que hacía con todos estos malditos recuerdos? ¿Como me la sacaba de la mente? ¿Y del corazón?
P: Justin, tiene que pasar. Todo pasará- dijo mi madre no muy convencida.
J: Mamá, soy un estúpido. ¡Soy jodido estúpido!- dije con furia- ¡Lo sabes! ¡Sabes que nunca encontrare a nadie como ella!
P: Just, nunca te entenderé- yo la miré confunso- Si no me equivoco fuiste tu el que dijiste esas palabras- suspiró- Mira Justin, ella vino aquí el día anterior y estaba dispuesta a luchar por vosotros. Ella pensaba que los que te habían cambiado eran Lil y Blaze.
J: Fueron ellos- la interrumpí.
P: Hijo, fueron ellos, pero ninguno de los dos te puso una pistola en la cabeza para que tu soltaras esas tonterías.
J: ¿Que insinúas?- pregunté más confundido todavía.
P: A lo mejor, si lo dijiste, es porque de verdad lo pensabas. Quiero decir, igual pensabas que estabas enamorado pero no era así.
J: Mamá, puedes decirme que hice lo peor y que actué como un cualquiera, pero no dudes de que la amo. La amo como hace tres semanas- ella suspiró- Si yo cambié fue porque Lil y Blaze me empezaron a decir que ella no me había demostrado nada y me metieron dudas en la cabeza. Me distancié y la cagué. Ese día me metieron algo en la bebida, no iba solamente ebrio mamá- dije llorando y ella abrió la boca.
P: ¿Que quieres decir?
J: Yo no me di cuenta, lo juro- dije entre sollozos- Esa madrugada, cuando entré, no podía ni subir las escaleras. No recuerdo como llegué ni con quien estaba antes de hacerlo- hice una pausa- Yo la cagué, la cagué mucho, pero no es porque no la quiera.
P: Justin- me abrazó- Deja de torturarte ya con todo esto. Si es la mujer de tu vida, volveréis a estar juntos.
J: ¡Pero si no me quiere ni ver!
P: Dale tiempo, hijo. No fuiste tu el que escuchaste algo tan feo- me abrazó mucho más fuerte- Intenta disfrutar de la vida y no te acerques a ellos nunca más.
J: Te amo, mamá.
P: Te amo más, mi niño.
De repente sonó el móvil de mi madre y ella se dirigió al salón para responder. Yo me quedé sentado en la cocina, esperando a que llegara el día en el que me despertara y me diese cuenta de que todo esto era un maldito sueño.
P: ¡MARIE!
Escuché su nombre y me levanté sin pensarlo dos veces.
- Narra Marie -
Mi madre, mi padre, Callie... Ellos eran todo lo que necesitaba para estar bien.
No, no había olvidado nada, ni siquiera había podido olvidar su aroma o sus caricias, pero estaba mucho mejor al lado de mi familia.
Después de siete días, donde los únicos paparazzis que había observado estaban en el aeropuerto de Los Angeles y donde la gente que me conocía no me preguntaba por nada relacionado con él, mi corazón intentaba borrarlo.
Borré sus posters, fotos, escondí sus discos, su camiseta, el libro... Todo lo que me hacía recordarlo y pedí a mis padre y a Callie que no lo nombraran.
La intención no faltaba, pero cada palabra me recordaba a el por un momento distinto, y sobre todo echaba de menos estar tumbada en la cama con él sin decir nada, solo mirárnos.
Esa misma mañana pasé a recoger mi nuevo teléfono móvil, que no era un iphone, pero que era muy bonito.
Por la tarde deciíi llamar a Pattie, necesitaba saber si me odiaba. Me llené de fuerza y marqué.
-Llamada telefónica-
M: ¿Pattie?- pregunté con miedo cuando esta descolgó el teléfono.
P: ¡MARIE!- exclamó con alegría.
M: Ya tengo el móvil nuevo.
P: ¿Cómo estás, cielo?
M: Estoy bien, Pattie- intenté parecer feliz.
P: Esto... No te voy a mentir- me tensé- Tengo a Justin en frente tratando de hablar contigo.
M: No, no... Por favor, Pattie, no le dejes el teléfono. No le des mi número- mi voz se rompió.
P: No esta bien, Marie...- suspiró- Fue todo un error.
M: Pattie, entiendo que sea tu hijo y no le deseo nada malo, me ha echo muy feliz... Pero en las palabras que dijo no puede haber ningún error- comencé a llorar intentando que no se escuchara.
P: No llores, por favor. No os merecéis esto- suspiré- Espérame dos segundos.
M: Esta bien.
Mi madre, mi padre, Callie... Ellos eran todo lo que necesitaba para estar bien.
No, no había olvidado nada, ni siquiera había podido olvidar su aroma o sus caricias, pero estaba mucho mejor al lado de mi familia.
Después de siete días, donde los únicos paparazzis que había observado estaban en el aeropuerto de Los Angeles y donde la gente que me conocía no me preguntaba por nada relacionado con él, mi corazón intentaba borrarlo.
Borré sus posters, fotos, escondí sus discos, su camiseta, el libro... Todo lo que me hacía recordarlo y pedí a mis padre y a Callie que no lo nombraran.
La intención no faltaba, pero cada palabra me recordaba a el por un momento distinto, y sobre todo echaba de menos estar tumbada en la cama con él sin decir nada, solo mirárnos.
Esa misma mañana pasé a recoger mi nuevo teléfono móvil, que no era un iphone, pero que era muy bonito.
Por la tarde deciíi llamar a Pattie, necesitaba saber si me odiaba. Me llené de fuerza y marqué.
-Llamada telefónica-
M: ¿Pattie?- pregunté con miedo cuando esta descolgó el teléfono.
P: ¡MARIE!- exclamó con alegría.
M: Ya tengo el móvil nuevo.
P: ¿Cómo estás, cielo?
M: Estoy bien, Pattie- intenté parecer feliz.
P: Esto... No te voy a mentir- me tensé- Tengo a Justin en frente tratando de hablar contigo.
M: No, no... Por favor, Pattie, no le dejes el teléfono. No le des mi número- mi voz se rompió.
P: No esta bien, Marie...- suspiró- Fue todo un error.
M: Pattie, entiendo que sea tu hijo y no le deseo nada malo, me ha echo muy feliz... Pero en las palabras que dijo no puede haber ningún error- comencé a llorar intentando que no se escuchara.
P: No llores, por favor. No os merecéis esto- suspiré- Espérame dos segundos.
M: Esta bien.
- Narra Justin -
Las lágrimas volvieron a rodar por mi rostro cuando escuché a mi madre decirle que no llorara.
P: Espérame dos segundos.
Mi mama se acerco a mi y me abrazó.
P: Déjale tiempo, cariño- susurró- Tienes que ganártela otra vez. Enamorarla.
J: ¿Cómo? No me deja hacerlo.
P: Con el tiempo ella te perdonará. Estoy segura de ello.
Sonreí forzosamente mientras intentaba ser fuerte. Tenía que volver a verla de algún modo. Quería amarla como solo ella se merecía.
[...]
Ha pasado un mes. Un jodido mes y lo único que sé es lo que me cuenta mi madre. Según ella, Marie sigue enamorada de mí, pero lo está superando. No sabía si alegrarme porque podía significar un perdón o entristecerme porque se trataba de un adiós definitivo.
El disco había salido y en él incluía 'Fall', una canción que describía muy bien mi historia con Marie.
Las otras hablaban de ella, de ella y de ella. También alguna para mis Beliebers (por lo tanto también iba dedicada a ella).
Mi equipo estaba trabajando duro para preparar la mejor gira mundial y yo iba de programa a la radio, después reunión, ensayos, actuaciones, fans... Ni siquiera podía descansar.
Estaba en una reunión con Nick, mi coreógrafo, y Scooter y Fredo también estaba presente.
S: Entonces, ¿te parece bien?- asentí- Pues voy a empezar a hacer llamadas. ¿La semana que viene os parece bien?
N; Si, creo que debemos empezar cuanto antes para preparar coreografías y puestas en escena.
J: Si, esta bien- dije desganado.
A: Y...- suspiró- ¿Y que vais a hacer con Marie?
Mi cara palideció en el momento en el que escuché su nombre. No había pensado que ella formaba parte del reparto de bailarines del videoclip y, por lo tanto, también tenía la posibilidad de ser una bailarina en la gira.
Esta idea era de Scooter y Nick, ya que nos costo bastante encontrar a bailarines tan diversos y buenos para el videoclip.
Sentí rápidamente la mirada de los tres hombres sobre mí y suspiré.
J: Ella merece la misma oportunidad que las demás personas- me rasqué la nuca- Aunque no creo que lo acepte, tu díselo...
S: ¿Estás seguro? ¿Vas a estar preparado si acepta?
N: La verás a todas horas.
J: Si, si...- dije tratando de convencerlos pero, en realidad, a quien intentaba convencer era a mi mismo.
Las lágrimas volvieron a rodar por mi rostro cuando escuché a mi madre decirle que no llorara.
P: Espérame dos segundos.
Mi mama se acerco a mi y me abrazó.
P: Déjale tiempo, cariño- susurró- Tienes que ganártela otra vez. Enamorarla.
J: ¿Cómo? No me deja hacerlo.
P: Con el tiempo ella te perdonará. Estoy segura de ello.
Sonreí forzosamente mientras intentaba ser fuerte. Tenía que volver a verla de algún modo. Quería amarla como solo ella se merecía.
[...]
Ha pasado un mes. Un jodido mes y lo único que sé es lo que me cuenta mi madre. Según ella, Marie sigue enamorada de mí, pero lo está superando. No sabía si alegrarme porque podía significar un perdón o entristecerme porque se trataba de un adiós definitivo.
El disco había salido y en él incluía 'Fall', una canción que describía muy bien mi historia con Marie.
Las otras hablaban de ella, de ella y de ella. También alguna para mis Beliebers (por lo tanto también iba dedicada a ella).
Mi equipo estaba trabajando duro para preparar la mejor gira mundial y yo iba de programa a la radio, después reunión, ensayos, actuaciones, fans... Ni siquiera podía descansar.
Estaba en una reunión con Nick, mi coreógrafo, y Scooter y Fredo también estaba presente.
S: Entonces, ¿te parece bien?- asentí- Pues voy a empezar a hacer llamadas. ¿La semana que viene os parece bien?
N; Si, creo que debemos empezar cuanto antes para preparar coreografías y puestas en escena.
J: Si, esta bien- dije desganado.
A: Y...- suspiró- ¿Y que vais a hacer con Marie?
Mi cara palideció en el momento en el que escuché su nombre. No había pensado que ella formaba parte del reparto de bailarines del videoclip y, por lo tanto, también tenía la posibilidad de ser una bailarina en la gira.
Esta idea era de Scooter y Nick, ya que nos costo bastante encontrar a bailarines tan diversos y buenos para el videoclip.
Sentí rápidamente la mirada de los tres hombres sobre mí y suspiré.
J: Ella merece la misma oportunidad que las demás personas- me rasqué la nuca- Aunque no creo que lo acepte, tu díselo...
S: ¿Estás seguro? ¿Vas a estar preparado si acepta?
N: La verás a todas horas.
J: Si, si...- dije tratando de convencerlos pero, en realidad, a quien intentaba convencer era a mi mismo.
- Narra Marie -
Yo, lo mas camuflada posible, trataba de salir del aeropuerto lo más rápido posible. Los paparazzis, como siempre, estaban ahí. No sé si sabían que había vuelto o es que esperaban a otra persona.
Mis nervios me provocaban un dolor de barriga insoportable y el miedo de cruzarme con Justin me atormentaba desde que me llamo Scooter.
Mi idea era ir a la reunión, saber que era eso tan importante que tenían que decirme y volver sin saber mas nada.
Xxx: ¿Eres Marie?
¡Mierda!- pensé- Una chica mas o menos de mi edad me había reconocido.
M: Eh... Si soy yo- dije en susurros y tratando de parecer simpática.
Xxx: ¡Oh dios!- gritó- ¿Puedo hacerme una foto contigo?- yo solo asentí.
Ella se puso a mi lado y un flash salió disparado de su cámara pero, al intentar despedirme, otra chica se acercó y después otra, y otra... Diez minutos mas tarde, me encontraba rodeada por paparazzis que no paraban de molestar con sus flashes y unas chicas que pedían a gritos una foto conmigo.
M: ¡Gracias chicas!- sonreí- Muchas gracias.
Y me marché como pude diciendo adiós y escuchando como gritaban que me amaban. Los paparazzis no tardaron en perseguirme y en empezar a preguntar.
"¿Has vuelto con Justin?" "¿Ha habido terceras personas?" "¿Tienes otro chico?" "¿Como te has tomado que Justin saliera con otra chica?"
Y ¡PUM! mi corazón quedó divido en dos. Debí imaginármelo, debí saberlo. Pero no, yo seguía creyendo a Pattie, y seguía creyendo que al menos un poco le importaba. Sentí un nudo en el estómago y solo pude esquivar a los paparazzis y meterme en el primer taxi que llegó.
¡RING, RING!- sentí la melodía de mi móvil.
-Llamada telefónica-
P: Cielo- su dulce voz- ¿Dónde estas?
M: Pattie- sonreí inocentemente- Voy de camino al centro y luego al hotel.
P: ¿En que hotel te alojarás?
M: No lo sé, el más cercano.
P: ¿Pero no te quedas con todo el grupo?
M: No, que va. Ellos ya están aquí. Creo que Yarey está con Christian y Nazaret se queda en casa de una tía suya.
P: ¿Entonces?
M: Estoy en el taxi. Ahora, cuando llegue, te digo en que hotel estaré alojada.
P: ¿Pero vas a estar sola?
M: Si.
P: Oh, no. No te vas a quedar en el hotel tu sola.
M: Pattie, es un hotel...- reí- Estaré bien.
P: Ven a mi casa- se me congeló el interior- Así yo estaré mucho más tranquila y te veo.
M: No me pidas eso, Pattie.
P: Te prometo que no vas a cruzarte con Justin- suspiró- No puedes estar allí teniendo aquí una casa.
M: No me importa, de verdad. Ya has echo bastante por mi- le agradecí.
P: No voy a dejar que digas que no. Dale mi dirección al taxista. Nos vemos ahora.
Yo, lo mas camuflada posible, trataba de salir del aeropuerto lo más rápido posible. Los paparazzis, como siempre, estaban ahí. No sé si sabían que había vuelto o es que esperaban a otra persona.
Mis nervios me provocaban un dolor de barriga insoportable y el miedo de cruzarme con Justin me atormentaba desde que me llamo Scooter.
Mi idea era ir a la reunión, saber que era eso tan importante que tenían que decirme y volver sin saber mas nada.
Xxx: ¿Eres Marie?
¡Mierda!- pensé- Una chica mas o menos de mi edad me había reconocido.
M: Eh... Si soy yo- dije en susurros y tratando de parecer simpática.
Xxx: ¡Oh dios!- gritó- ¿Puedo hacerme una foto contigo?- yo solo asentí.
Ella se puso a mi lado y un flash salió disparado de su cámara pero, al intentar despedirme, otra chica se acercó y después otra, y otra... Diez minutos mas tarde, me encontraba rodeada por paparazzis que no paraban de molestar con sus flashes y unas chicas que pedían a gritos una foto conmigo.
M: ¡Gracias chicas!- sonreí- Muchas gracias.
Y me marché como pude diciendo adiós y escuchando como gritaban que me amaban. Los paparazzis no tardaron en perseguirme y en empezar a preguntar.
"¿Has vuelto con Justin?" "¿Ha habido terceras personas?" "¿Tienes otro chico?" "¿Como te has tomado que Justin saliera con otra chica?"
Y ¡PUM! mi corazón quedó divido en dos. Debí imaginármelo, debí saberlo. Pero no, yo seguía creyendo a Pattie, y seguía creyendo que al menos un poco le importaba. Sentí un nudo en el estómago y solo pude esquivar a los paparazzis y meterme en el primer taxi que llegó.
¡RING, RING!- sentí la melodía de mi móvil.
-Llamada telefónica-
P: Cielo- su dulce voz- ¿Dónde estas?
M: Pattie- sonreí inocentemente- Voy de camino al centro y luego al hotel.
P: ¿En que hotel te alojarás?
M: No lo sé, el más cercano.
P: ¿Pero no te quedas con todo el grupo?
M: No, que va. Ellos ya están aquí. Creo que Yarey está con Christian y Nazaret se queda en casa de una tía suya.
P: ¿Entonces?
M: Estoy en el taxi. Ahora, cuando llegue, te digo en que hotel estaré alojada.
P: ¿Pero vas a estar sola?
M: Si.
P: Oh, no. No te vas a quedar en el hotel tu sola.
M: Pattie, es un hotel...- reí- Estaré bien.
P: Ven a mi casa- se me congeló el interior- Así yo estaré mucho más tranquila y te veo.
M: No me pidas eso, Pattie.
P: Te prometo que no vas a cruzarte con Justin- suspiró- No puedes estar allí teniendo aquí una casa.
M: No me importa, de verdad. Ya has echo bastante por mi- le agradecí.
P: No voy a dejar que digas que no. Dale mi dirección al taxista. Nos vemos ahora.
- Narra Justin -
Eran las diez de la mañana y la sala estaba llena de mis bailarines. Cada uno me saludó y después se pusieron a hablar con sus compañeros. Yarey hablaba con Nazaret y yo me preguntaba donde estaría Marie. Mi madre me había llamado para pedirme que no fuera a su casa y me explicó que Marie se quedaba allí. Yo luché contra todas mis ganas de ir y pedirle perdón un millón de veces.
La gente se estaba poniendo nerviosa, pero solo faltaba ella y Scooter.
De repente, entró Scooter y todos dirigieron la mirada hacia el.
S: ¡Hola! Perdon por el retraso- dijo sonriendo- ¿Estamos todos?
M: Eh... Siento el retraso- dijo la voz más maravillosa del mundo.
Me giré y la vi. Recorrí cada parte de su cuerpo y cada centímetro de su cara. Estaba mas delgada, mas palida, pero seguía tremendamente preciosa.
En ese instante, ella se encontró con mi mirada y sus ojos se abrieron como platos. Noté como su cuerpo se tensó y se puso nerviosa para luego, rápidamente, apartar la mirada. En ese momento Scooter rompió el incómodo silencio.
S: Bueno... Esto...- dijo nervioso- Ya sabéis que Justin empieza la gira mundial muy pronto- Marie tan solo miraba al suelo- Y creemos que vosotros sois los perfectos para esta gira- todos comenzaron a gritar y vi como Yarey le cogía la mano a Marie para darle fuerza- ¡Escuchar, por favor!- pidió Scooter.
N: Bueno, esta gira será muy variada y el estilo es prácticamente el del videoclip, así que solo os haremos una pequeña prueba y estaréis dentro.
Yo agaché la cabeza avergonzado. No podía ver el dolor y la distancia que me separaba de Marie, no podía ver como todo se había echo añicos.
La gente empezó a hablar entre ellos nerviosos, ilusionados y muy contentos. De repente, Marie se levantó todavía cogida de la mano de Yarey.
M: Scooter- este la miró- Yo... Lo siento, no voy a poder ayudarte. ¿Eso es todo?- este asintió- Si me permites...
Y se levanto dándole un beso a Yarey y dejando a toda la sala en silencio. Mis impulsos me traicionaron y corrí tras ella. Esta caminaba rápidamente hacia el ascensor, pero yo aumenté el paso para poder alcanzarla a tiempo.
J: ¡Shawty!
La cogí del brazo al ver su ignorancia y, al girar su rostro, vi dolor en su mirada. No pude evitar y lancé mi mirada a su brazo.
M: No me llames, Shawty.
Y, acto seguido, se metió en el ascensor dejándome la imagen de todas esas cicatrices en el brazo que me hacían querer matarme por haber sido tan estúpido.
***
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