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viernes, 25 de octubre de 2013

Capitulo Ocho


CAPITULO 8

- Tu -


Entré al restaurante con una extraña sensación recorriendo mi cuerpo, pero al ver la sonrisa de Alfredo a lo lejos me tranquilicé.

- ¡Hey!- saludé mientras nos acercábamos.

- ¿Qué tal?- dijo mirándonos a ambas.

- ¡Oh! Ella es Alisha, mi hermana- dije señalándola y ellos dos se dieron un beso como saludo.

- Encantado- dijo Alfredo sonriendo como siempre.

- ¿Nos sentamos?- pregunté, tratando de olvidar la ausencia de Justin.

- Falta Justin- dijo Alfredo mirando a ambos lados del restaurante.

- ¿Dónde esta?

- Viene de camino. Ha tenido que parar por un grupo de fans.

- ¿A venido andando?

- Si- rió- Se empeñó en venir andando.

- ¿Y tu en coche?- preguntó mi hermana riendo.

- Si, yo estoy muy cansado- dijo riendo también- Así que me llevó Kenny.


Nos pusimos a hablar mientras tomábamos unos refrescos, cuando la puerta del restaurante se abrió dejando ver a un reluciente chico que provocaba la mirada de todas las chicas. Se acercó junto con Ryan y me levanté para presentar a mi hermana. Ella me miró nerviosa e ilusionada, y cuando este estuvo enfrente hablé.


- Ella es mi hermana- él le dio dos besos- Alisha- aclaré.

- Lo imagino- dijo Justin riendo y acercándose a mi para darme dos besos- ¿Todo bien?- preguntó sonriendo.

- Todo bien- sonreí- ¿Y tu?

- Te he llamado 3 veces- afirmó Justin.

- ¿A mí?- pregunté confundida- ¿Para qué?


Nos sentamos en la mesa y mi hermana empezó a bromear con Alfredo, y Ryan escuchó atentó como hablaban ellos dos. Yo, en cambio, esperé la respuesta de Justin.


- Solo quería avisarte que vendría mas tarde, y eso...- dijo sonriendo ampliamente.

- ¡Oh!- dije algo confundida- Me había avisado Alfredo.


Él me miró y luego miró a Alfredo quién carcajeaba sin parar.


- Ellos han cogido confianza pronto- dijo señalándolos.

- Si- dije sonriendo- Me alegro por eso. Mi hermana tiene facilidad para hacer amistades- dije riendo

- ¿Qué hablas de mi?- me preguntó mi hermana.

- Solo decía que coges confianza pronto.

- ¡Oh, si! ¡Ellos son muy divertidos!- dijo señalando a los amigos de Justin.

- Te lo dije- dije riendo.

- Me voy al club con ellos.

- ¿Y me dejas sola?- dije frunciendo el ceño.

- Tu puedes venir también.

- Gracias por tu invitación- dije irónica- Pero me iré a dormir pronto.


Los chicos nos miraban sin abrir la boca, pero tenían una mirada de diversión en sus caras.


- No seas sosa, _____- dijo frunciendo el ceño.

- ¡Eh!- dije dándole un pequeño golpe en el hombro mientras me hacía la indignada- No soy sosa

- ¡Pues vente con nosotros!- dijo Alfredo.

- Solo quiero dormir un poco más- dije sincera- Ya habrá tiempo para ir a más clubes.

- ¿Tu vendrás, bro'?- le preguntó Ryan a Justin.

- No lo sé- respondió levantando los hombros confundidos- No he dormido nada en veinticuatro horas y mis ojos empiezan a notarlo.

- ¡Oh, vamos! ¡Veniros!

- ¡Iré un rato, pesados!- dijo finalmente Justin



[...]

Las doce de la mañana y el avión estaba apunto de despegar. Alisha había llegado a las cinco de la madrugada medio borracha, así que me despedí rápido de ella. Los chicos estaban energéticos a pesar de haber dormido muy poco, así que no paraban de contar anécdotas de la madrugada anterior.


- ¡Tu hermana esta muy loca!- dijo Ryan.

- Que bien...- dije sin saber muy bien que responder.


Me empezaba a mosquear y, aunque quería mucho a mi hermana, estaba poniéndome celosa de tantas virtudes que le atribuían.


- ¡Ella se puso a bailar como loca en el medio de la pista!- rió- ¡Era el alma de la fiesta!- habló Ryan.

- Todos los tíos iban detrás de ella. ¡No sabes cuantos chicos le pidieron su número de teléfono!

- Ella llama mucho la atención- dije sin ganas.

-¡Ya ves! Lo pasé genial- dijo Justin, riendo- Una de las mejores fiestas a las que he ido.

- ¡Si! Es tan diferente a ti, ______- afirmó Alfredo.

- Pues ya ves, que pena...


Dije harta de tantas comparaciones y tanta historia. Me levanté y vi a Justin con el ceño fruncido. Sin esperar un minuto más, los dejé y me situé en la parte trasera del Jet. Coloqué mis auriculares y me dejé llevar con la nueva canción "My darling" de Miley Cyrus, que me transportaba a un mundo donde todo era amor, cariño, dulzura...

Sentí como el asiento se aplastaba a mi lado y encontré a un Alfredo preocupado.


- ¿Te has enfadado conmigo?- negué- ¿Y que te ha ocurrido?

- Nada- dije sonriendo falsamente- Vuelve con los chicos.

- No me mientas.

- Estoy enfadada conmigo misma, pero se me pasará. Quiero relajarme y disfrutar de la música- dije señalando mi ipod.

- ¿Es Justin?- yo fruncí el ceño.

- No le des más vueltas. Me he comportado como una cría, pero lo superaré- dije bromeando.

- Deberías hablar con él.

- Lo haré.

- ¿Cuándo?

- Cuando suceda- levanté mis hombros confundida- Él no esta enfadado conmigo, o eso creo, así que solamente estoy tomando una siesta, pero todo esta bien con vosotros.





- Justin -



Estábamos apunto de aterrizar y me sentía mal por no haber ido a hablar con _____, pero realmente no sabía que decir. Me acerqué para despertarla y mi estómago se removió nervioso.


- Shawty- susurré- Shawty.


Ella abrió los ojos lentamente y pestañeó varias veces. Se acomodó en el asiento estirando a la vez su cuerpo y luego soltó un suspiró.


- ¿Hemos llegado?- preguntó con una dulce voz.

- No, pero queda muy poco- dije sonriendo.

- Vale- dijo arreglándose el pelo.

- ¿Estás bien?- ella frunció el ceño- Quiero decir...- dije rascándome la nuca- No he venido antes porque supuse que querías estar sola.

- Gracias- dijo sonriendo- Supongo que me he comportado como una cría- dijo con una risa tonta.

- No digas eso. Sea lo que sea que te molestó puedes decírmelo con toda confianza.

- He sido una estúpida y me arrepiento, pero supongo que de todo se aprende- suspiró- Mi hermana es la persona que más quiero.

- Lo sé- afirmé seguro.

- Antes solo estaba un poco celosa- dijo rápidamente- Ella es tan perfecta...- rió- Y se le coge cariño rápido y yo solo soy tan estúpida...- dijo arrepentida.

- Eso no es cierto- dije cogiéndole las manos para que me mirara fijamente- Nosotros hemos estado hablando de tu hermana por una hora y tu ni siquiera nos has echo callar.

- ¡Da igual!- dijo nerviosa- Me alegro que ayer lo pasárais realmente bien con ella- dijo sincera- ¡Es la mejor amiga que podéis encontrar por ahí!

- No- dije firme- Tu eres la mejor amiga que se puede encontrar por ahí.


Ella se sonrojó al instante y me abrazó fuertemente.



- Tu - 


- ¿Que qué?- grité.


Si, todo el paisaje era precioso. La casa era enorme y tenía una piscina que la rodeaba. Había también un hermoso jardín y un pequeño campo de golf. A escasos metros de la puerta principal, podías andar por encima de la arena de la playa y se veía perfectamente el sol reluciente al final del agua. Era una mezcla entré el campo y la playa. Simplemente precioso. Pero como siempre algo lo jodía. Justin me acababa de decir que simplemente yo no tenía una habitación dónde dormir porque él no esperaba que vinieran tantos amigos.


- Lo siento, de verdad, pero tengo una solución- excusó Justin.


Estábamos en su pedazo de habitación mientras los chicos esperaban a que llegara el Jet dónde venían los hermanos de Justin.


- Solo te pido una cosa, Bieber- dije amenazante- Cuando ese Jet llegue quiero subirme en él y volver a mi casa.

- ¿Qué estás diciendo?- dijo nervioso.

- Si.

- Puedes dormir conmigo, Shawty- no pude evitar hacer una mueca- ¡No es la primera vez!

- La chica esta que estaba ahí abajo...


Sí. Cuando nosotros llegamos, aquí había ya unos amigos de Justin instalados. Apenas tuve tiempo de hablar con ellos, pero sí me los presentó. Lil Za y su novia, Chaz, Christian Beadles, Maejor Alli y una chica que no se había acercado a saludarme. Ni siquiera para decirme su nombre por educación pero, realmente, no podía culparla porque yo tampoco lo había echo.

Comenzaba mi plan A.


- ¿Jaque?

- Esa- dije rápidamente- No tiene novio- él negó- Y además quiere meterse en tus ropas- él frunció el ceño- ¿Por qué no duerme ella aquí y me mudo yo a su habitación?

- ¡No!- exclamó- Ella es solo una amiga.

- La chica es preciosa y además no debe estar aquí para pasar los días- afirmé aunque me dolía asumir que esa chica era muy guapa.

- ¡Me da igual! ¿Qué sueñas? No quiero dormir con una chica que apenas conozco.

- Extraño...


Fruncí el ceñó, pero realmente el corazón me latía rápidamente. Plan B- pensé.


- ¿Y tu hermano y tu hermana? Tienen una habitación para ellos solos y dos camas de matrimonio. ¿Por qué no puedo dormir con uno de ellos? Ellos me van a adorar- dije tratando de convencerlo.

- ¡No y no! Mi padre va a dormir en una de las camas y la otra es para ellos dos.

- ¡Oh!- no sabía que decir- ¿Y en el sofá de abajo? Hay como cinco sofás enormes ahí abajo.

- Los chicos se quedarán de fiesta hasta tarde y la señora de la limpieza se pone a trabajar a las seis. No vas a poder dormir.

- Tu realmente quieres que me vaya- dije sincera.

- Yo realmente quiero que duermas conmigo.

- ¿Y que va a pensar el resto de la gente?

- Da igual lo que piensen- dijo con una sonrisa torcida.

- ¡Te odio por hacerme esto!- dije riendo- Y encima tu padre en la habitación de al lado. ¡Voy a morir!- dije avergonzada.


Él dio un suspiró de satisfacción y se lanzó encima de la cama. Yo abrí mi maleta y empecé a sacar mis ropa, mis biquinis, mi pijama...

Justin, sin ningún pudor, comenzó a coger mis prendas y a examinarlas, riendo.


- ¿De que te ríes? No creo que mi ropa sea tan entretenida- dije pareciendo enfadada.

- Tengo ganas de verte esto puesto- dijo señalando un biquini. Para reprimir la risa fruncí el ceño- ¡Oh! ¿No me digas que estás enfadada?

- ¡Tu te olvidaste de mi completamente!

- ¡No me olvide de ti! Simplemente no calculé la gente y al llegar aquí, eras la única persona a quien podía decirle con confianza.

- ¿Y a tus amigos no puedes?

- Si, pero no parece tan divertido dormir con ellos.


Después de eso, los dos estallamos en una profunda carcajada. Realmente estaba sorprendida por el afecto, la alegría y la humildad de Justin. Él hacía las cosas cómo quería, pero simplemente invitaba a todo el mundo a que compartiera con él cada momento. Me gustaba Justin, y ahora si que no me avergonzaba decirlo. Estaba orgullosa de mi mejor amigo. Otra parte de mi mente me pedía que lo olvidará, que nunca le confesara nada y que no pensara en él como algo más, pero era demasiado tarde y mi miedo aumentaba a la velocidad de la luz.




- Justin -


- ¡Justy!- gritó Jazzy mientras se acercaba a mí corriendo para darme un efusivo abrazo.

- ¡Princesa! ¿Cómo estás?- dije sonriendo.

- ¡Bien! Te he echado de menos- dijo con su vocecita.


Yo me giré a saludar a mi padre y vi como mis amigos saludaban a Jaxon que venía en los brazos de Alfredo. Busqué con la mirada a ______ y la encontré un poco alejada del grupo, observando la escena con una sonrisa en la cara.


- Ven princesa, te voy a presentar a alguien- le dije a Jazzy.

- ¿A _____?- preguntó entusiasmada.

- ¡Hey! ¿Quién te ha contado?- pregunté riendo pero curioso a la vez.

- Me lo ha dicho Jaxon- dijo riendo.

- ¡Pequeño! ¿No me vas a saludar?- le dije a mi hermano pequeño.


Él corrió a mis brazos por lo que tuve que dejar a Jazzy en el suelo.


- ¿Cómo estás grandullón?

- Bien! ¿Dónde esta _____ ?

- Veo que la has echado de menos- dije bromeando- ¡Vamos, Jazzy!- dije mientras la cogía de la mano.


Nos acercamos donde estaba _____, la cual estaba ahora charlando con Ryan.


- ¡____!- gritó mi hermano.


Ella giró la mirada hacia nosotros y sonrió al ver a mi hermano llamándola. Se levantó nerviosa y se acercó con paso firme esquivando a mis amigos. Una vez en frente, mi hermano se lanzó a sus brazos provocando que esta riera.


- ¿Cómo estás, Jaxon?- él sonrió- ¡Te veo más grande!

- ¡He comido mucho! ¿Y sabes qué?- preguntó entusiasmado- He ido al Zoo.


____ empezó reír mientras mi hermano le contaba su experiencia en el Zoo.


- Yo también fui- me dijo mi hermana con ilusión.

- Shawty- esta me miró- Esta princesa de aquí es Jazzy.

- ¡Oh! ¡Hola, Jazzy!- saludó ____ algo nerviosa- Me llamo _____.

- Ya lo sabía- dijo con una sonrisa.

- ¿A sí? ¿Quién te ha dicho mi nombre?- preguntó y Jazzy simplemente señaló a Jaxon con vergüenza- ¡Oh! ¿Te han dicho que eres preciosa?

- ¡Si! Mi hermano- dijo señalándome.

- ¡Él no miente!- dijo riendo- ¡Eres como una princesita!

- Tu también eres muy guapa- afirmó mi hermana.


______ levantó la mirada, avergonzada, y luego siguió hablando con mis hermanos mientras yo llamaba con mi padre.


- ¡Papá! ¡Ven!


Él se acercó, atravesando la enorme sala, y los chicos salieron al jardín entre risas.


- Voy a presentarte a _____.

- Jaxon me ha hablado de ella- respondió mi padre.

- Veo que realmente le ha calado fuerte- ambos reímos mientras nos acercábamos.

- ¡_____!- dejó de hablar con mis hermanos y se giró hacia mí- Este es mi padre, Jeremy.

- ¡Encantada, señor! Tiene unos hijos increíbles.

- ¿Este de aquí también?- dijo señalándome .

- Bueno... Más o menos- respondió entre risas.

- Me cae bien esta chica, Justin- me dijo bromeando.

- Gracias, señor- dijo sonrojándose.

- ¡No me llames señor, por favor! No soy tan mayor- rió- Llámame Jeremy.

- Está bien- dijo sonriendo.

- Bueno chicos, voy a acomodar las maletas. ¿Venís?- les preguntó a los pequeños.

- Yo me quedó con _____- dijeron ambos a la vez.

- Tenéis que dejarla tranquila o acabará harta de vosotros- dijo mi padre con una sonrisa.

- No te preocupes Jeremy, me encanta jugar con ellos.

- Subiré, entonces. Justin, si ves que se pasan regáñales. Y tu también _____- dijo antes de irse.




- Tu-


Llevaba veinte minutos riendo, charlando y haciendo tonterías con los hermanos de Justin y él mismo. Estos niños, a parte de agotadores, eran realmente divertidos, y es que cogían confianza muy rápido.


- Justin- dije mientras ellos saltaban en el sillón- Puedes ir con los chicos si quieres. No te preocupes por dejarme sola- dije sincera.

- ¿Por qué dices eso?- frunció el ceño.

- Estás de vacaciones y no tienes que estar pendiente de si estoy sola o acompañada- dije sonriendo para tranquilizarle- Haz lo que te apetezca.

- Mis hermanos es lo que más me apetece ahora mismo.

- Y si yo me entrometo demasiado también me lo dices, ¿vale?- él junto sus cejas, confundido- Si quieres pasar un momento con ellos so...

- ¿Por qué piensas tanto?- me interrumpió- No me molesta pasar tiempo contigo. Me da igual si estamos a solas, con mis hermanos o con mis amigos. Me haces pensar que tengo que tener vergüenza de ti o algo así.


Yo simplemente me quedé callada. Realmente era inferior a todas las personas con las que tenía que compartir las vacaciones, incluso que los pequeños, y me aterraba que Justin me tuviera todo el día pegada a él y se cansara de mí. Me aterraba no encajar en ese grupo de gente y lo peor era que me aterraba no saber que pensaban sobre mí.


Una lagrima tonta cayó por mi mejilla, así que me levanté y salí rápidamente del salón antes de que los niños me vieran llorar.



[...]


Sentada en el balcón, mientras admiraba las perfectas vistas, escuchaba música de mi ipod, la cual me transportaba a un día frío en Los Ángeles rodeada por una manta y una taza de chocolate caliente en mi mano. Pero, realmente, estaba en una isla en medio del océano, con gente a la que a penas conocía y que parecían pasarlo muy bien sin mí, ya que escuchaba sus risas de fondo. Había llorado a moco tendido durante cinco minutos, pero al siguiente me había plantado internamente y había decidido no llorar más. Realmente, estaba en el lugar en el cual soñaba mucha gente. ¿Podía pedir más? Si, mi hermana, por ejemplo.

Escuché el pomo de la puerta girarse y lo ignoré simplemente. No estaba enfada, solo estaba triste. Noté unos pasos y sentí como se sentaban a mi lado. Simplemente se sentó y admiró el paisaje por unos minutos.


- No estoy enfadada, Justin- un fuerte suspiro salió de mi pecho.

- ¿Que te ocurre, Shawty? Me preocupas- dijo escondiendo un mechón de mi pelo detrás de la oreja.

- Solo estoy triste- dije suave- Ha sido un día raro.

- Quiero hablar contigo sinceramente- resopló- Más bien quiero que hables conmigo sinceramente.

- Es largo, aburrido y estúpido.

- Me da igual, quiero escucharte.

- Tengo miedos. Muchos. Y como paso la vida sola o junto mi hermana, cuando estoy con un grupo de gente tengo pavor a ser rechazada.

- ¡Ellos te adoran!

- ¡No mientas, Bieber!- dije bromeando- Solo conozco a Alfredo y a Ryan.

- Y ellos te adoran.

- ¿Has visto como me ha mirado Jaque? No quiero ser una molestia.

- Si sobra alguna es ella- dijo decidido- Ella es amiga de Chaz y es por eso que está aquí. A penas la conozco.

- Está bien- dije no muy convencida.

- Dime otro de tus miedos.

- Tu- dije firme a lo que él frunció el ceño- Estás demasiado tiempo pendiente de mí y eso solo puede acabar de un modo. Sólo quiero que hagas lo que quieras sin pensar en mí.

- ¡Eres realmente tonta! ¿No te das cuenta que quiero estar contigo? ¿No puedes simplemente relajarte y disfrutar? Si estoy contigo es porque quiero.

-Eso suena realmente extraño para mí.

- Pues métetelo ahí- dijo tocando suavemente mi cabeza- Me divierto contigo y mis hermanos también. ¡Y mis amigos!

- Me cuesta- dije sonriendo- Tu, Justin Bieber, queriendo pasar tiempo conmigo. Es raro.

- Cuando seas una modelo famosa y todos los cantantes vayan detrás de ti, me pararé en frente de todos y les recordaré quien soy yo para ti.

- ¿Y quién eres?- pregunté frunciendo el ceño.

- Tu mejor amigo y tu futuro marido, Shawty- dijo con firmeza.


***

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martes, 22 de octubre de 2013

Capitulo Siete


CAPITULO 7


- Justin -

- Ayer ____ me ayudó a componer una canción- dije cuando estábamos solos en la suite, ya que _____ se había ido a darse una ducha y a prepararse para la cena.

- ¿Y de que habla?

- De amor- reí- Es una de las pocas canciones que hablan del amor simplemente.

- ¿Por que será...?- dijo mientras hacía su maleta ya que salíamos para Los Ángeles el siguiente día.

- ¿Que dices?- dije mirándolo con una ceja levantada.

- ¿Recuerdas nuestra primera conversación sobre ella?

- No hace tanto, man'.

- ¿Que te pregunté?

- Que si me gustaba- dije recordando aquella conversación.

- ¿Y...?

- ¿Y, qué? No entiendo, bro'.Habla más claro.

- ¡Que no te gusta Justin! ¡Ella te encanta!

- ¿Qué estás diciendo?- respondí rápidamente.

- Piensa en ello y me darás la razón- dijo riendo- Ella es muy buena y todos le hemos cogido cariño, pero recuerda que ella se irá en unas semanas- yo no respondí nada- Voy a darme una ducha.


Salió dejándome muy confundido. Veía a _____ muy hermosa y odiaba cuando se infravaloraba, pero no había pensado en ella como una pareja. Tenía claro que físicamente me atraía, pero la había tratado tan solo como una amiga. Ahora las palabras de Alfredo resonaban en mi mente y no podía dejar de pensar en ella. Me sentí estúpido hasta que un zumbido hizo sobresaltarme. Era un mensaje de ____, así que fruncí el ceño.


"____:

Justin :) No me esperes para ir a cenar, estoy muy cansada y no me apetece salir. Un beso, pasarlo muy bien."


Internamente me sorprendí al ver que me había decepcionado ya que quería cenar con ella. Era la última noche y no quería que se quedara sola en el hotel, así que fui a buscarla a su habitación.

Llamé y la puerta de abrió al instante.


- ¿Qué te ocurre?- pregunté cuando esta abrió la puerta con mala cara.

- Me duele como el infierno- dijo señalando su pie- Me acabo de tomar un calmante. Supongo que se me pasará en nada.

- ¿No te apetece venir?- negó- Es la última noche, Shawty.

- No puedo andar ni dos metros.

- Te puedo llevar yo- dije bromeando.

- Gracias, pero prefiero no sentirme tan patética- dijo riendo- Veré alguna película y me dormiré pronto.

- ¿Quieres que me quede a hacerte compañía?- propuse sin pensármelo dos veces.

- ¡Oh, no! Gracias pero no- rió- No voy a retenerte aquí porque yo quiera. ¡Ve y diviértete con los chicos! Ryan ha venido para estar contigo.

- Realmente me dan igual esos dos- dije bromeando nuevamente- Cenaré y vendré contigo, ¿vale?

- ¡No hagas eso! Seguramente estaré durmiendo.

- No tardaré nada, Shawty.

- ¡Que no!- dijo riendo- Nos vemos mañana, ¿vale?

- Empiezo a pensar que me quieres lejos de ti.

- No es eso... Es solo que no quiero que estés aquí porque no es muy divertido- dijo obvia.

- ¿Y tu si puedes quedarte sola mientras te aburres?

- Yo estoy acostumbrada a estar sola, por eso soy miedosa- dijo riendo y mirando el reloj que había colgado de la pared- Vete, que se irán sin ti.


La miré por última vez dándome cuenta de que en verdad era preciosa. Aún con mala cara y con ese pijama largo, me daba ganas de achucharla hasta hacerla sentir mejor.


- ¡Justin! -gritó- ¡Vamos! ¡Te vas a quedar sin cenar!- dijo riendo.


Yo me acerqué y bese su cabeza, haciendo que se estremeciera.


- Estaré de vuelta pronto- dije antes de cerrar la puerta para que no pudiera decir nada más.



[...]



Dos horas mas tarde llegué de nuevo a esa habitación tratando de ayudar a ______ para que no se sintiera tan sola. Durante toda la cena había estado pensando en ella y, aunque eso me aterraba, mis impulsos me habían dirigido a su habitación.

Entré sin hacer demasiado ruido y la vi acostada sobre su cama, con una posición no muy cómoda y la televisión encendida. Estaba acurrucada y se notaba que tenia frío. Sin pensármelo dos veces, la cogí por debajo de las rodillas y de la cintura y la llevé hasta mi suite. Nada más entrar, vi como abría los ojos poco a poco, tratando de entender que estaba haciendo con ella.

Los chicos me miraron confundidos.


- No quiero que esté sola- aclaré mientras reía estúpidamente- Al menos aquí tiene compañía.


La acosté sobre la cama y ella se removió un poco acabando acostada de una forma tierna. Ryan y Alfredo empezaron a jugar a vídeo juegos en la misma habitación, pero tratando de no despertarla. Yo mientras tanto me duché y me puse un cómodo chándal.


- ¿Vas a dormir con ella?- preguntó Ryan.

- Somos amigos. No le veo el problema.

- Puede que ella no piense lo mismo- respondió Fredo.

- El día que se emborrachó terminó durmiendo aquí también. Además, ella lo agradecerá porque es muy miedosa.

- Como quieras, bro'- dijo riendo.


Una hora más tarde, los chicos abandonaron la habitación después de pelearse por quien había ganado más partidas. Me quité la camisa y, con los pantalones de chándal, me acosté a su lado, tratando de no despertarla. Unos minutos más tarde y con la imagen de su rostro, me dormí.


[...]



Pocas horas después, me desperté debido a una suave brisa que entraba por el ventanal. Me moví inquieto, pero abrí los ojos de golpe al notar que _____ no estaba a mi lado. Me levanté rápidamente y la vi sentada en el balcón, mirando los edificios y tapada con una manta. Me pareció una escena muy tierna y aunque el sueño me mataba, me dirigí despacio hacia ella tratando de no romper la paz.


- ¿Que haces aquí, Shawty?- pregunté rompiendo el silencio y causando que ella se sobresaltara.


Se dio la vuelta y me miró con el ceño fruncido.


- Creo que he dormido demasiadas horas- dijo sonriendo- Ahora vete a dormir. Es muy temprano.

- ¿Y por qué estás aquí? ¿Qué haces?- le pregunté confundido.

- Justin, son las seis de la mañana y sé que te has dormido tarde- dijo mirándome fijamente- Vete a la cama, no me importa.

- Y a mi no me importa perderme unas cuantas horas de sueño- dije riendo.

- Pues debería importante- dijo con una mueca- Si tus beliebers te vieran ahora...- bromeó.

- ¿Siempre te levantas bromeando?

- No suelo bromear porque me levanto sola, pero sí, siempre estoy de buen humor por las mañanas.

- ¡Oh! Eso debería ser contagioso. Hay mucha gente que conozco que debería aprender de ti.

-Tampoco es una gran virtud- dijo con una risa floja- Digo... Tu también te has levantado bien.


Por tu culpa- quise decir, pero preferí sonreír como respuesta.


Me quedé mirándola unos segundos. Se veía perfecta. La luz del amanecer hacía un precioso y especial contraste con su piel.


- Te ves fea- dije metiéndome con ella- Quiero decir, que aunque te rías y todo eso tu aspecto no es muy bueno- utilicé un tono de voz divertido.

- ¡Oye!- dijo dándome un suave golpe en mi pecho desnudo- ¡Eso es un golpe bajo! Yo no te he...- se paró a pensar- Bueno, si que me he burlado de tu aspecto, pero tu no deberías hacerlo conmigo- dijo poniendo morritos.


Yo abrí la boca tratando de parecer sorprendido pero su mueca me hizo reír y ella se unió a mi risa.


- No, ahora en serio, te ves linda así. dije señalándola.

- Eso fue bonito- dice sonrojada- Tu también te ves lindo- dijo esa última palabra en español, pero logré entenderla perfectamente.


Perdimos nuestras miradas entre la mañana londinense y los edificios salpicados de un color naranja del amanecer. Simplemente, era precioso.


- Justin- dijo interrumpiendo el silencio- Métete en la cama y descansa- ordenó, a lo que yo reí- Me voy a pasear.

- ¿Sola?- pregunté preocupado y ella asintió.


Sin decir nada más, cogió un conjunto de ropa y se metió en el baño. Ya no tenía sueño y la verdad es que tenía unas increíbles ganas de acompañarla, así que sin esperar más, me vestí. Cuando ella salió, abrió los ojos sorprendida al verme totalmente vestido.


- ¿Vamos?- pregunté con una sonrisa en la cara.

- Peínate, anda- dijo bromeando.

- ¡Oye! Menos confianzas- dije también bromeando- Me veo bien igualmente.

- Si quieres que todas las chicas se lancen encima de ti, no te hagas el pelo. Queda mucho más sexy- dijo mostrándome una ______ totalmente diferente.

- Pues entonces... ¿Vamos?


Ella rió por mi respuesta y salió de la habitación. Yo me puse mi gorra y salí detrás.



- Tu -


- ¿Sabes? Quiero hacerme una foto en el Big Ben y en Telephone- dije ilusionada.


Él solamente rió y movió la cabeza negando con diversión.


- Pareces una niña en su primer viaje- dijo riéndose de mí.

- ¡Ey! ¿Qué te pasa? Me encanta Londres y no me he echo ninguna foto todavía.

- ¡Oh, está bien!- dijo levantando los brazos- ¡Nos haremos una foto en cada rincón de Londres!

- ¡Me haré!- rectifiqué.

- Nos haremos, Shawty.

- ¿Por qué tienes que salir conmigo?- pregunté con voz de niña pequeña.

- Porque así cada vez que veas tu amado Londres me verás a mi también.


Esa afirmación hizo que un millón de electricidades corrieran por mi cuerpo, pero decidí pensar que era solo una maldita broma.


- ¡Está bien! Me haré las fotos contigo solo porque quiero que tus fans vean que estás en buenas manos- dije vacilándolo.

- Si, eso sí es verdad- dijo caminando- ¡Pero baja tu ego, _____! Llega hasta las nubes- dijo riendo.

- ¡Quien fue a hablar!- dije señalándole- ¡A ti no te gana nadie!

- ¿A qué no me gana nadie? ¿A guapo, perfecto y caliente?

- ¿Así que todo eso te crees?- dije con voz divertida.

- Tu me dijiste lindo y después sexy- rió.

- Da igual lo que dije- dije nerviosa- Lo importante es lo que pienso.


Él decidió no responder más en esta extraña lucha de egos. Yo, en cambio, reí al ver como paraba a analizar mis palabras.


Diez minutos más tarde llegamos en frente del Big Ben, y mi sonrisa se ensanchó al contemplar como se veía el Big Ben, la noria, las calles... ¡Todo era precioso!


- Quiero vivir aquí por siempre.

- Conmigo- añadió Justin, a lo que reí.

- Quiero vivir aquí por siempre sola o con muchos hijos, pero aquí- dije mirándolo mientras él hacia un puchero.

- ¿Y con un esposo no?- preguntó curioso.

- Si me ama de verdad si- dije ilusionada- Quiero un príncipe azul- dije como una niña pequeña.

- Y yo una princesa- dijo mirándome directamente a los ojos- ¿Crees que los vamos a encontrar?

- Si, estoy segura de ello. Solo tienes que pensar con esto- dije dándole unos toques en el corazón- Y no con eso que ya conoces- dije avergonzada.

- Hace unas semanas empecé a experimentar nuevas cosas aquí- dijo señalándose el corazón.

- ¿Alguien te hizo experimentar esas cosas?- pregunté curiosa.

- Tal vez- dijo riendo- Pero no quiero contarte más.

- Bueno, investigaré por mi cuenta- dije poniendo una cara maliciosa- ¡Vamos a hacernos la foto!


Nos pusimos en frente al Big Ben, a una distancia prudente donde cabía todo el paisaje en la foto, y saqué el teléfono móvil preparándome para hacer la foto.


- Déjame a mi- dijo Justin cogiéndome el móvil.


Él se colocó detrás de mi, apoyando su barbilla encima de mi hombro. Me enfadé mentalmente por ponerme nerviosa ante su cercanía, pero decidí alejar mis pensamientos. Puso mi móvil en frente a nosotros y por detrás se veía perfectamente el reloj, así que sin pensarlo más, disparó la foto.


- ¡Es la foto de mis sueños!- dije dando saltitos de alegría.

- Exageras- dijo pasándome el móvil para que pudiera ver la foto.

- Mi cara no es perfecta, pero me gusta la foto- dije mostrándosela.

- Me gusta- dijo sonriendo- Enviámela.

- ¿Me dejas subirla a Instagram?- le pregunté nerviosa.

- ¿Por qué me preguntas eso? ¡Claro que si!

- Por los dramas y ya sabes...

- Bah, hay que ignorar todo eso- dijo riendo- Mis Beliebers querrán ser tu por unas semanas, pero cuando se den cuenta lo realmente fea que eres, lo superarán y lucharán por mi- dijo vacilándome.

- ¡Ey! Créeme que si quieres bajarme el ego lo estas consiguiendo- dije riendo.

- Lo siento, Shawty. Pero es la verdad- dijo riendo a lo que yo fruncí el ceño- Vaaale- dijo sin parar de reír- Es mentira, pero me encanta verte mosqueada.

- No estoy mosqueada- dije levantando un poco la voz- Bueno, quizá un poco si.

- ¡No te enfades! No eres fea, y eso es una cosa obvia.

- ¿Quieres que te perdone?- él asintió- Di "Soy Justin Bieber y soy el hombre mas feo del mundo y además, le tengo celos a ______ porque es bellisima."

- No- dijo negando a lo que yo fruncí más el ceño- Vale, lo diré. "Soy Justin Bieber y soy el hombre mas feo del mundo y además, le tengo celos a ______ porque es bellisima"- dijo rápidamente.

- Así me gusta, bebé- dije acariciándole el pelo.


Él sonrió, sumido en sus pensamientos.


[...]


- ¿Que te ocurre?


Preguntó Alfredo cuando estábamos volando en el jet privado de Justin de vuelta a casa.


- No quiero volver- dije cruzada de brazos - Me encanta Londres.

- ¿No quieres ver a tu hermana?- preguntó Justin.

- Si, pero podría venirse conmigo y podríamos vivir aquí felizmente.

- ¿Y nos dejarías tirados?- preguntó Alfredo exagerando.

- ¡No! Vosotros sois felices igual- dije riendo.

- No- dijo Alfredo seguro.

- ¡Y me lo creo!- dijo riendo- Estáis contando los minutos para que desaparezca de vuestras vidas- dije bromeando.

- No bromees con eso, Shawty- dijo Justin demasiado serio y se marchó al final del jet.

- ¿Que mosca le ha picado?- preguntó Ryan a lo que yo levanté los hombros con confusión.

- ¡Déjalo!- dijo Fredo restándole importancia.


Yo me puse nerviosa. No quería que Justin se enfadara. No en este punto, donde los dos estábamos bien sin discutir. Diez minutos más tarde y sin poder evitar el impulso, me fui al final del jet, a su lado. Me senté ante su atenta mirada y simplemente me quedé callada. Él tenía auriculares puestos y no me podía escuchar, por lo que preferí guardar silencio.


Media hora después, noté como se movían debajo de mí y fruncí el ceñó abriendo los ojos lentamente. Miré a mi lado, encontrándome con Justin mirándome fijamente, sin expresión alguna.


- Lo siento- dije estirándome- Me quedé dormida- dije con nerviosismo.


No sabía que decir, ni que hacer. Se suponía que él estaba enfadado y lo que hacía yo era dormirme encima de su hombro. ¡Bien ___!- me grité interiormente.


- No te preocupes- dijo suavizando un poco su mirada sobre mí.

- ¿Todo bien?

- Si. Supongo...- dijo rascándose la nuca.

- ¿He dicho algo malo?- dije confundida- Se que estás enfadado y quiero solucionarlo.

- No estoy enfadado- dijo con la mirada perdida- Solo necesitaba estar solo.

- ¡Oh, genial! Y yo vine aquí y me dormí en tu hombro. No puedo ser mas inoportuna- me dije a mi misma riendo- Te dejo tu espacio.


Dije levantándome para irme y dejarlo solo, como él quería, pero su mano me impidió seguir caminando.


- No te hagas un drama porque no estoy enfadado- me advirtió- Además, no molestaste demasiado- dijo riendo- Solo me dolía un poco el hombro por tu cabeza, pero era soportable.

- Lo siento- dije riendo- Podías haberme despertado.

- No molestabas, Shawty- yo lo miré confundida- Hablo en serio.

- Está bien, entonces- dije sonriendo- Me iré con los chicos.


Con una sonrisa me despedí de él y fui a la parte delantera del avión para hablar con Alfredo y con Ryan.


[...]


- ¿Cenas con nosotros?- preguntó Ryan cuando estábamos a punto de despegar.

- No creo. Prefiero ir con mi hermana- dije sonriendo por la idea de volver a abrazarla.

- ¿Y no puedes venir con ella?

- Prefiero no molestar, Fredo. Además Justin necesita su espacio y he estado acosándole una semana- dije riendo.

- A él no le importará, _____- dijo Ryan con seguridad.

- Podemos ir a un restaurante chino todos juntos- dijo Fredo ilusionado.

- No sé...- dije absolutamente confundida- Ya veré. Tengo tu número, así que te puedo llamar si nos apetece ir.

- Os apetecerá.

- Quiero dejarle un poco de espacio a Justin. Me lleva pegada como su sombra todos los días a todas partes, y antes me ha dicho que quería estar solo. No es buena idea meterme en la cena de chicos.

- Un trato es un trato y debes cumplirlo.

- El trato lo envié a la mierda el segundo día de estar con vosotros- dije sonriente.

- Eres cabezota- dijo Ryan riendo.

- Un poco- bromeé con una sonrisa.



La voz del piloto nos anunció el aterrizaje y a partir de ahí, me centré tanto en volver a mi casa que ni siquiera me despedí de Justin y los chicos. Mi taxi me llevó a casa y al llamar al timbre, la persona que mas quería en el mundo abrió la puerta con un sonrisa que me hacía sentir feliz.



- ¿Cómo estás, petarda?- dijo abrazándome fuertemente- ¿Te trata bien? ¿Es mas sexy en persona? ¿Qué tal su grupo de gente? ¿Los rumores son ciertos?

- Ya echaba de menos esto...


Ambas estuvimos como una hora contándonos cada pequeño detalle, cada pequeña anécdota, y mi hermana estaba anonadada ante mi historia personal con Justin.


- ¿Entonces te gusta?- preguntó curiosa.

- Si- dije sincera- ¡Alisha! ¿A qué mujer de mi edad no le atrae Justin Bieber?

- Pero no todas tienen el placer de conocerlo.

- Eso no importa- dije riendo- Él es muy bipolar conmigo y me trata como una hermana.

- Dudo que no se fije en tu físico- rió- Si de verdad no le gustas es porque es... ¡Gay!

- Las dos sabemos que de Gay tiene muy poco.


Ambas reímos y mi teléfono móvil vibró en mi bolsillo, haciéndome dar un pequeño salto. Alisha me miró atentamente y cuando cogí el móvil, ella se levantó tratando de buscar algo en mi maleta.


-Mensaje de Justin -


Mi cuerpo convulsionó y me estremecí con miedo al contenido del mensaje.


"¿Quieres cenar con nosotros en un restaurante chino y así puedo conocer a tu hermana? A las nueve en mi hotel."


Sin siquiera parar a pensar dos minutos tecleé el mensaje de vuelta.


"No he respondido. :)"

"Quiero que sepas una cosa. Quiero que estés conmigo. No me molesta tu presencia, es más, me agrada. Si actúo como un idiota es porque lo soy. No lo tengas en cuenta. Quiero que estés conmigo."


Me quedé anonadada y mi hermana cogió el móvil para poder leer el mensaje. Ambas nos miramos y ella empezó a gritar emocionada. Yo solo sonreí complacida.


- ¡Lo ves! ¡Le gustas!- gritó entusiasmada.

- ¡Cállate y ve a la ducha! Nos vamos a cenar con ellos en...- miré mi reloj- ¡Dos horas!


Ella abrió la boca sorprendida y salió corriendo hacia su habitación con una camisa, que obviamente había estado buscando en mi maleta.


"Iremos a la cena porque mi hermana esta muy ilusionada con conocerte :) Y también porque me perdonaste. Siento meter la pata de vez en cuando, pero no pienso mucho antes de hablar."


Al instante recibí su respuesta.


"No pelees con tu mente. Me gusta mucho más tu parte alocada. Esa que no piensa antes de hablar y que mete la pata causando que me enfade, pero esa misma que hace que la eche de menos una semana después de conocerla."

Ahí no supe que responder, así que dejé el móvil a un lado y me tumbé en la cama tratando de centrar mis pensamientos en él, en mi y en el futuro.


***

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domingo, 13 de octubre de 2013

Capitulo Seis



CAPITULO 6


- Tu -



Escuché unos ruidos y me moví tratando de despegar los ojos. Con dificultad, los abrí sintiendo un pinchazo recorrer mi cabeza.


- Ay, dios...- me quejé.


Una voz algo ronca rió a mi lado, lo que provocó que me girara rápidamente.

Imágenes de la noche anterior pasaron por mi mente, haciéndome sentir estúpida por haber bebido tanto. Traté de levantarme, pero un dolor infernal corrió por la planta de mi pie, haciendo que me mis ojos se cerraran con fuerza tratando de evitar que las lágrimas corrieran por mis mejillas.


-¿Estás bien?- preguntó la persona que se encontraba a mi lado, levantándose de golpe mientras me dejaba ver su abdomen desnudo.

- Si- dije mintiendo- Simplemente, no me acordaba.

- Ayer te lo limpié y lo curé mientras dormías. Te lo vendé, pero no lo fuerces mucho, que se te volverá a abrir el corte.

- Gracias- dije confundida.


Estaba molesta, pero agradecida. No sabía como actuar, no sabía que decir ni que hacer, así que simplemente me levanté con mucha precaución. Me puse delante del gran espejo y mire mi horrendo aspecto.


- ¡Dios!- dije con desprecio ante la imagen de mi misma proyectada en la superficie del espejo.


Traté de arreglar mi pelo para dirigirme a mi habitación, pero una voz me lo impidió.


- ¿Está todo bien?

- Si, eso creo- dije dándome la vuelta para mirarlo directamente.


Él estaba acostado en la cama de la misma forma que antes. Una sábana escondía parte de sus piernas, pero el torso desnudo quedaba a la vista. Estaba fuerte, mucho más de lo que imaginaba, y me encantaba como quedaban los tatuajes en su piel.


- Estás enfadada, ¿verdad?

- Creo que eres tu quien está enfadado- dije recordando como me había ignorado la noche anterior.

- ¿Por qué lo dices?

- Una de dos- dije poniéndome nerviosa- O eres muy bipolar o estabas enfadado- él frunció el ceño.

- ¿Por?

- Veo que olvidas pronto las cosas- dije enfadada- Ayer me ignoraste toda la jodida noche, después te fuiste con esa chica y luego volviste como si nada- dije segura.

- ¡No me fui con nadie!- dijo gritando

- ¡No me mientas!- dije mosqueada- ¡Me da igual con quien te fueras, pero deja de mentirme ya! No soy tonta y escuché a Alfredo decirlo- él suspiró frustrado.

- ¡Vale! Me fui con ella pero no hicimos nada. ¡No quise hacer nada con ella!

- ¡Esto es patético! A mi me da igual si te vas con ella o con trescientas más, pero no intentes cambiar si empiezas mintiendo.

- ¡Quiero cambiar! ¡Ayer no hicimos nada! Solo salí a saludarla.

- ¡Es estúpido! No confías en mi. ¿Te crees que soy tonta? Si te gusta quedar con mujeres es un aspecto que no vas a poder cambiar, pero eso no es realmente malo.

- ¿Que quieres decir?- preguntó con el ceño fruncido.

- Puedo entender que tu vida incluya el conocer chicas y salir con ellas. ¡Soy persona, me gustan chicos y eso lo puedo entender!- dije cansada- ¡Pero no se porque me mientes!

- Tu dijiste que no te gustaba ese aspecto de mí.

- ¡Lo mantengo! Pero es porque yo tenía una imagen tuya de chico perfecto y no eres así- dije ya cansada de tantas mentiras.

-¿Qué?- preguntó confundido.

- Mira... ¿Sabes qué? ¡Déjalo!- dije cogiendo mis cosas para marcharme.


Él se levanto corriendo y cogió mi mano evitando que saliera por la puerta.


- Necesito tener a alguien que me apoye realmente y me ayude, y nadie esta ahí cuando lo necesito. Pero con las chicas me siento querido y amado por unos momentos.

- Podrías haberme dicho eso el otro día- dije más calmada- No te juzgo.

- Entonces, ¿me perdonas?

- No tengo nada que perdonar- suspiré- Tu no tienes novia, y hasta dónde yo sé puedes hacer lo que quieras con quién quieras.

- No quiero seguir siendo así- dijo frotándose la nuca- Realmente me apetece enamorarme.

- Uno no decide cuando se enamora.

- Pero prefiero esperar a la chica correcta y dejar de alimentar la fama de mujeriego.

- Me parece muy bien- dije dando saltitos internamente- Ahora... ¿Siempre eres tan bipolar?

- Nunca suelo enfadarme- dijo levantando la voz- Pero tu me sacas de mis casillas.


Yo empecé a reír. Carcajeé muy fuerte tratando de entender sus palabras.



- ¿Yo te saco de tus casillas?- él asintió y yo reí- No sabes de que hablas, Justin. Ayer te faltaron dos minutos para enfadarte conmigo toda la noche. ¿Me puedes decir qué te molesto tanto?

- No.

- ¿No qué?- fruncí el ceño.

- No te lo puedo decir. Sólo me molestó algo.

- ¡Ya está bien!- dije realmente harta- Cuando vayas a ser claro, hablamos.


Cogí mi bolso y me dispuse a marcharme.



- ¡Vale, vale! ¡Te lo diré! ¡No te enfades!- pidió- Te pusiste a hablar con Ryan y a coquetear como si lo conocieras de toda la vida- soltó.

- ¿Que qué? Debes estar de broma...- él negó- ¡Si apenas cruzamos dos frases!

- Pero él acababa de llegar y...- él no sabía que excusa poner.

-No lo sabes ni tu, Justin- dije seria- Supongo que terminaré acostumbrándome a que te enfades...- dije realmente sincera.


Él se enfadaba por pequeños detalles, así que no tenía por qué preocuparme. Si él prefería eso, así íbamos a convivir.


- ¿Lo pasaste bien?- preguntó cambiando radicalmente de tema, lo que me sorprendió.

- Si, de una manera extraña, porque me hubiera gustado que estuvieras con nosotros- él sonrió- Pero supongo que el alcohol me ayudó a olvidarme de todo.

- ¡Ya lo vi!- dijo riendo.

- ¡No me puedes culpar!- dije riendo yo esta vez.


Era extraño como conseguía que pasara del enfado a la risa en unos segundos.



- Ibas muy guapa ayer- abrí los ojos sorprendida.

- Llegas un poco tarde, pero gracias- dije roja.

- No tuve oportunidad entre tanto piropo.

- Tampoco hacía falta.



[...]
Salí de mi habitación recién duchada y con un look casual. Me puse mis botas para poder andar mas cómoda sin que el corte me doliera tanto. Como hacia frió, decidí ponerme un gorrito de lana para darle un toque diferente.
Llamé a la puerta de la suite y me abrió Justin, sonriente. Estaba con el pelo mojado y su aroma me invadió, provocando que me enamorara de su perfume al instante.


- ¡Que guapo estás!- dije sonriendo.


Él frunció el ceño, pero aceptó el cumplido.


- Eso lo debería decir yo- dijo riendo- ¡Tu también estás muy guapa!


Lentamente y de una forma extraña, caminé hacia el interior de la habitación, lo cual lo hizo reír. Yo le di un pequeño golpe en el pecho y el se quejó.


- ¿Qué vamos a hacer?- pregunté entusiasmada.

- No lo sé- dijo elevando los hombros.

- Me dijiste que viniera aquí porque íbamos a salir.

- Pero tu no puedes andar.

- ¡Si puedo! ¡Estoy en Londres!- dije gritando- Ni loco pienses que me voy a quedar encerrada aquí sola y amargada.

- Me puedo quedar contigo.

- No, quiero salir- dije haciendo un puchero.


Me dirigí a la puerta y lo miré.


- ¿Vienes o te quedas?

- No, señorita. No quiero quedarme solo y amargado.


Ambos salimos riendo, sin saber adonde nos dirigíamos.


- ¿Tienes hambre?- asentí- ¿Vamos a comer?

- ¡Vale! ¿A dónde?

- Elige tu- dijo mientras salíamos del hotel.

- ¿McDonald's?

- ¡Me has leído la mente!- dijo riendo- Realmente me apetece una hamburguesa.

- ¡Pues vamos!

- Esperaba que eligieras un sitio más...- pensó por un instante- Fino.

- Donde hay una buena hamburguesa que se aparten los demás lujos.

- ¿Por qué eres así?- preguntó mirándome fijamente mientras caminábamos.

- ¿Así como?- fruncí el ceño.

- Eres como 'la chica' que todo chico quiere tener cerca.

- ¿Qué?- pregunte alucinando.

- Demasiado normal, demasiado como nosotros- dijo sin saber como explicarse.

- Vaya...- dije confundida- ¿Gracias?- dije sin saber como tomármelo realmente.

- ¡No te lo tomes a mal!- dijo rápidamente- Solo es que estoy muy acostumbrado a lo superficial, y tu eres todo lo contrario.

- La superficialidad no te hace feliz.

- Lo sé- rió- Pero llega un momento que todo lo que te rodea es así.

- ¿Te refieres a las mujeres?

- Tal vez- dijo sincero- Ellas son muy perfectas por fuera, sin embargo contigo me divierto mucho más.

- ¡Oh!- me sentí especial por unos instantes- Creo que eso es bueno.

- ¡Si, lo es! - dijo abrazándome por la cintura mientras andamos


Por un momento me imaginé siendo su novia. Caminando cogidos de la mano, mientras nos contábamos nuestras vivencias el uno al otro.


- Empiezas a gustarme un poco más, Justin- dije levantando la cabeza para mirarlo directamente a los ojos.


Él tan solo sonrió complacido y se separó del abrazo, dejándome en una nube de pensamientos.




- Justin -



Estábamos en el McDonald's y ya habíamos terminado de comer. ______ me sorprendía a cada rato. Era tan natural, alegre y retorcidamente extraña, que me conducía a querer estar con ella siempre.


Había ido a pedir un helado y la vi volver ilusionada con él. Una niña pequeña que iba corriendo no la vio y se estampó con ella.


- ¡Oh!- se agachó rápidamente- ¿Estás bien, preciosa?- le dijo a la niña.


La pequeña asintió y se abrazó a ella.


- ¿Te has asustado?- preguntó _____- Lo siento, ¿me perdonas preciosa?

- Si- respondió con hilo de voz.

- ¿Y tu mamá?

- Ahí- -señaló una señora que estaba haciendo cola.



La señora se acercó preocupada al ver a _____ hablando con la pequeña.


- ¿Que ocurre, Lilly?

- Nada, señora, ha tropezado conmigo y se había asustado.

- ¡Oh! Perdónala- dijo sonriendo- Siempre va correteando por ahí.

- No, que me disculpe esta princesita a mí- dijo observando a la pequeña.

- ¡Vamos, Lilly! Vamos a recoger nuestra comida.

- ¿Puedo quedarme con ella?- preguntó la pequeña.

- No, Lilly, ella ha venido a comer- dijo sonriendo.

- ¡No me importa! Ya he terminado. Vaya la cola, yo la cuido- dijo mi amiga.

- Está bien. Pórtate bien- le indico a su hija.



______ se acercó hasta dónde estábamos sentados.


- ¿Te gusta la música?- esta asintió- ¿Y quién es tu cantante favorito?

- Justin.

- ¿Justin?- dijo _______ sonriendo- ¿Justin Bieber?- Lilly asintió.

- Pues mira que coincidencia, porque yo me lo he encontrado antes. ¿Quieres verlo?


La pequeña abrió los ojos sorprendida y asintió frenéticamente.



- ¡Hola!- dije cuando llegaron a la mesa.

- ¿Tu eres Justin?- dijo la niña sin poder creérselo.

- Si, bonita. ¿Me das un abrazo?


La niña corrió a mis brazos y se quedó mirándome como si fuera algo extraño. ______ se sentó enfrente como minutos antes.


- ¿Te gustó mi sorpresa?- le preguntó _____ a la pequeña.

- ¡Si!- dijo abrazándome más fuerte, lo que provocó que riéramos.

- ¿Y cuantos años tienes?- ella señaló tres dedos- ¡Oh! ¡Que mayor! ¿Tienes novio?- ella negó.

- ¿Tu tienes novia?- me preguntó.

- No! Estoy solito. ¿Quieres ser mi novia?

- ¿Ella no quiere?- dijo señalando a ______.

- ¿Yo?- Lilly asintió- Yo si quiero, pero él te prefiere a ti- dijo bromeando a lo que la niña rió.

- No- dice riendo- Tu eres más guapa ¿Sois novios?


Yo miraba la escena sorprendido.


- ¡No soy mas guapa!- dijo _____ riendo- Tu eres toda una princesa.

- ¡Yo quiero que sea su novia!- dijo sentada a mi lado.


_______ y yo nos miramos y una extraña sensación recorrió mi cuerpo.



- ¡Lilly! ¡Vamos a comer!- dijo su madre- Gracias por cuidar de ella.


Se llevó a la pequeña, que antes de irse, se despidió con un abrazo.



- Que extraña obsesión tenía con nosotros- dije riendo.

- Eso es porque hacemos buena pareja- dije decidido.

- Lo dudo, Bieber- rió- Sinceramente pienso que tu novia tiene que ser más...- se quedó pensativa unos segundos- Más llamativa.

- ¿Cómo?- pregunté levantando una ceja.

- Si, que esté a tu altura.

- ¿Que tonterías estás diciendo?- dije asombrado.

- ¡Eres cortito, eh! Tu novia tiene que ser alguien como tu. Más alta, más perfecta, ¿entiendes?

- No quiero perfecciones.

- ¡Déjalo! No quiero discutir- dijo riendo- ¿Nos vamos?


Yo asentí y salimos de ahí, despidiéndonos de Lilly con un saludo de mano.


- ¿A dónde vamos?- le pregunté.

- Quiero ir al hotel.

- ¿Te duele?- ella asintió- ¿Mucho?

- Bastante.

-Sube- le dije señalando mi espalda y ella frunció el ceño.

- ¿Estás loco?

- ¡Venga ______, no seas tonta! Sube y te llevo un poco.

- No soy como una de tus esqueléticas amigas. Peso más.

- ¡No digas tonterías! ¡Sube!



Ella se puso detrás de mi y se impulsó. Yo rodeé con mis manos sus muslos y empecé a caminar escuchando su risa sobre mis oídos, lo que me provocaba cosquillas. Entre ratos a pie y ratos andando lentamente, llegamos a mi suite.


- Tengo que decirte que pesas muchísimo menos que unas de mis amigas esqueléticas.


Ella rió y luego se sentó en el sofá, quitándose las botas para ver su herida.




- Tu -


Lo pasaba bien a su lado, cosa que me sorprendía y me encantaba a la vez. Él era una simple persona como yo y, simplemente, me olvidaba de quién realmente era cada vez que estaba con él.


- ¿En qué piensas?- preguntó acostado sobre su cama mientras yo curaba mi corte sentada en el suelo.

- ¿Realmente?- pregunté levantando mi mirada para verlo y este asintió- Creo que podrías llegar a ser uno de mis mejores amigos si no fuera todo así- dije sin saber muy bien como expresarme.

- ¿Así como?- preguntó frunciendo el ceño.

- Como es- dije riendo- Pues que estoy aquí por un proyecto y me iré en tres semanas, y además tu eres el más famoso entre los famosos- dije exagerando.

- ¡No digas mas que estás por un proyecto!- dijo levantando un poco la voz.

- ¿No es verdad?

- Tu dijiste que te daba igual.

- Y es cierto, pero realmente si no fuera por esa jodida pregunta y por tu propuesta no estaría aquí y, realmente, dentro de un mes tendré que volver para contarles a todos, aunque puedes estar tranquilo porque no voy a hablar nada malo sobre ti.

- ¿Y sabes por qué?- dijo en tono amenazante- Tu, dentro de un mes y un día, seguirás aquí. Conmigo.


Después de esto salió por la puerta, dejándome desconcertada y muy rayada.


Sin pensarlo dos veces me acosté sobre su cama y traté de pensar y recapacitar, pero cuando me di cuenta estaba sumida en un sueño precioso.


Abrí los ojos desperezándome cuando noté un cuerpo a un lado de la cama. Mis ojos se abrieron exageradamente cuando observé a Justin acostado a mi lado, viendo la televisión. Se volteó cuando sintió que me movía y sus ojos se clavaron en los míos.


- Lo siento, lo siento- me levanté de golpe- Me dormí sin querer y... lo siento- dije levantándome mientras lo miraba .

- Shawty, que no pasa nada- dijo riendo de lo más natural- No molestas, si es lo que estas pensando.



El jodido me leyó la mente- pensé.


- Debe ser el calmante que me tomé- dije rascándome la nuca.

- ¡No le des más vueltas! Solo estabas durmiendo.

- Está bien- dije sonriendo- Pero me hubieras podido despertar.

- Te veías tierna- dijo con una sonrisa pícara.

- Gracias- dije roja como un tomate- ¿Que haces?

- Veo la televisión, pero me aburro.

- ¿Y porque no...- dije haciéndo como si pensara- cantas?

- ¿Ahora?- asentí- ¿Que puedo cantar?

- ¡Heartbreaker!- exclamé.

- ¡Oh no, Shawty! Tendrás que esperar como todas- yo le lancé una mirada fulminante.

- ¿Soon?- dije bromeando.

- Soon, baby- dijo riendo.



Me quedé mirándole por unos segundos y mis labios pedían a gritos rozar los suyos, pero controlé mis impulsos. No quería que pensara nada extraño, así que dejé de mirar sus apetitosos labios y me enfoqué en sus preciosos ojos.



- Yo sé componer canciones- dije para romper el silencio.

- ¿En serio?- preguntó con una media sonrisa- ¿Has compuesto alguna?

- Si- dije avergonzada- Pero ni pienses que vas a escucharla.


Se levantó de la cama y se marchó para coger su guitarra y colocarse en el suelo a mi lado, con la guitarra, un papel y un bolígrafo.


-Vamos a componer algo.

- Eh...- dije nerviosa- Sé componer, pero no paso de el estribillo.


Él rió, pero empezó a tocar unos acordes con la guitarra. Y, entre susurros, melodías, palabras y acordes, empezamos a escribir sentimientos, sensaciones y todas aquellas emociones que sentíamos.


***

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domingo, 6 de octubre de 2013

Capitulo Cinco





- Tu -


Salimos del estudio y yo seguía alucinando. Mi cara al ver a William fue todo un poema y ni siquiera me salieron las palabras. William tan solo vino a escuchar el resultado final, ya que él ya había grabado su parte.


Cuando Justin finalizó de grabar los últimos retoques ya era de noche, así que nos dirigimos a una pizzería para cenar algo rápido y volver al hotel.


- Estás en otro mundo, _____- dijo Justin riendo.

- Simplemente...- dije con una sonrisa- No esperaba todo esto- él frunció el ceño- ¡Joder! ¡Acabo de saludar a William!


Justin no pudo evitar carcajear ante mi cara de asombro y entusiasmo.



- ¡No te rías! ¡No conocía a ningún famoso!- reí.

- ¡Oh! Eso es raro... En New York siempre hay famosos y siendo reportera...

- Me enviaban para políticos y ese tipo de gente- dije con una mueca- Fuiste el primero.

- Y el último- dijo Fredo carcajeando.

- Eso suena muy romántico- contestó Kenny desde dentro de la furgoneta- Pero hemos llegado, así que, ¡vamos!- dijo abriendo la puerta de la furgoneta.



Ambos bajamos, pero de pronto una nube de paparazzis nos rodeó. No habían dos o tres, había mucha más gente haciendo fotos, gritando y empujando. Mi cabeza daba picotazos y mis ojos no distinguían la luz de la claridad. Justin me cogió de la mano y empezó a correr junto con los otros del team. Una vez posé un paso dentro de la pizzería, solté un profundo suspiró que no sabía que había retenido. Noté la intensa mirada de Justin sobre mí y, todavía aturdida, lo miré.



- ¡Wow! Eso ha sido... ¡Wow!- no pude decir nada más. Me había quedado sin palabras ante aquellas situación.

- ¿Estás bien?- preguntó Kenny.

- Solo estoy aturdida, pero si.

- Ve acostumbrádote- dijo Fredo en mi oído- Cuando seas alguien importante, esto será a diario.

- ¿Alguien importante?- pregunté entre risas.

- Yo me entiendo- dijo guiñándome un ojo y dejándome con la intriga de lo que quería decir realmente.

- ¿Que te ha dicho?- dijo Justin detrás de mí.


Estábamos esperando a que viniera el mesero y nos dirigiera hasta nuestra mesa.



- Tonterías- reí y él frunció el ceño en desacuerdo.

- No me gustan los secretitos- dijo bromeando.

- ¿Celoso?

- ¿Celoso de qué?- preguntó con chulería.

- De mi amistad con Alfredo- dije obvia.

- ¿La verdad?- asentí- Creo que la nuestra puede ser mucho más bonita.



Y se fue dejándome con una sensación extraña recorriendo mi cuerpo.



[...]


- ¿Y que animal quieres comprar esta vez?- pregunté riendo.


Estábamos cenando entre risas y Alfredo había aconsejado a Justin para conseguir otra mascota.


- ¿Un pájaro?- preguntó Justin a lo que yo reí.

- ¡No, man'!- dijo Kenny- Con uno que cante ya hay suficiente.

- ¿Que has tenido ya?- pregunté.

- Un hamster, un mono, un perro y una serpiente.

- Pues... ¿Un gato?- propuse.

- ¡Oh, si! ¡Una gata!- dijo Fredo emocionado.

- No es mala idea- dijo Justin.

- ¿Vamos mañana?- preguntó Alfredo entusiasmado.

- ¡Si! Kenny, averigua alguna tienda de mascotas.

- ¡Eso está echo!-dijo antes de comenzar a teclear en su teléfono móvil.

- ¿Cómo la quieres?- pregunté curiosa.

- Quiero que sea bonita.

- ¿Pero de qué color?

- Me da igual- dije levantando los hombros.

- Pues yo la prefiero clarita- dijo Alfredo.

- ¡Es mía!- todos reímos- Quiero que tenga los ojos como los tuyos- me dijo.



Yo me tensé.



- ¿Por qué?- pregunté nerviosa.

- Simplemente me gusta tu color de ojos.

- Gracias- dije sonrojándome.

- ¿Por qué te pones roja, ____?- preguntó Alfredo.

- ¡Eres tonto! Nadie se había dado cuenta- dije avergonzada.

- Si, ____- dijo Justin riendo- Lo habíamos notado.

- ¡Dejarme en paz!- bromeé.


Ellos se miraron cómplices y murmuraron algo que no logré entender.



- ¿Que cotilleais?- ellos me ignoraron- ¡Hey!- le dije a Justin- ¿Que habéis dicho? Creía que no te gustaban los secretitos- él sonrió con picardía.

- ¡Lo has echo aposta!- él rió y yo fruncí el ceño enfadada.


Al final terminamos todos riendo, sin ni siquiera saber el por qué.




- Justin -



Entré sigilosamente a la habitación de ______, ya que tenía la tarjeta de todas las habitaciones del team por si hubiera alguna emergencia. La vi en la cama, con las piernas acurrucadas a su pequeño cuerpo y sus brazos rodeando la almohada. Me reí por lo bajo ante una escena tan tierna y divertida. Me acerqué lentamente al lado de la cama y, cuando ya no podía estar más cerca, exclamé:



- ¡Uhhh!


Ella dio un salto y abrió los ojos rápidamente como platos, asustada.



- ¡Imbécil! ¡Imbécil! ¡Imbécil!- repitió cuando vio como me reía y comenzó a golpearme con la almohada- ¡Te aprovechas de que te dije que soy miedosa para reírte de mi!

- ¡Oh! No me acordaba de eso, Shawty- dije sincero mientras cogía la almohada.

- Si, claro- suspiró intentando tranquilizar su pulso agitado- ¡Te odio!

- Lo siento de verdad- dije riendo- Aunque me esté riendo, me sabe realmente mal.

- ¡Está bien! ¿Qué haces aquí y como has entrado?

- Soy Justin Bieber- respondí señalándome.

- Me da igual quien seas, no tienes porque entrar aquí.


Reí ante su expresión. Estaba con el pelo desecho, los ojos pequeñitos a causa de las ojeras y el pijama subido, haciendo que pudiera ver su abdomen.



- No te enfades- dije acostándome a su lado. Ella se tensó.

- ¡Vete de aquí!- dijo empujándome- ¡Mírame!- se señaló- ¡Parezco un monstruo! Necesito unos minutos para arreglarme.

- Dicen que las chicas guapas son las que se ven bien recién levantadas.

- Pues que mala suerte la tuya que no la hayas encontrado aun, pero... ¡Sigue buscando!

- ¿De qué hablas?

- Mira, tengo buen despertar, al menos normalmente, pero si vienes tratando de bromear sobre mi aspecto y encima me despiertas con un grito, pues me pones de mala leche.


Yo carcajeé muy fuerte y ella se quedó pasmada mientras me miraba.


- No te he dicho nada sobre tu aspecto.

- No hace falta que lo digas tu, yo lo sé.

- Eres taaan bipolar- dije confundido.

- Si, como quieras- dijo dándose media vuelta para seguir durmiendo.

- ¡Eh!- la zarandeé- Te he despertado porque quiero que me acompañes a por la gata.

- ¿¡La gata?!- dijo levantándose rápidamente a lo que yo asentí- Entonces iré.



Se levantó corriendo de la cama, dejándome ver sus perfectas piernas y su ombligo, y se encerró en el baño. Diez minutos después, salió con la cara lavada, el pelo mojado y otro pijama. La miré atentamente recorriendo cada rincón de su cuerpo.


- ¡Joder, Justin! Parece que no hayas visto nunca a una mujer.

- No te había visto nunca tan corta.

- El otro día llevaba shorts- dijo mientras buscaba en su maleta.

- No llevabas una especie de pantalones que parecen unas bragas- ella se giró sorprendida- Pero no quiero decir que no me guste mirarlo.

- ¡Cerdo!- dijo volviéndose a meter en el baño, para salir minutos después completamente cambiada- ¿Así mejor?

- ¡No! Prefiero el biquini o la ropa interior.

- Pues eso ya, otras chicas mas exuberantes- dijo haciendo una mueca rara a lo que yo reí.



[...]



-¿Puedo elegirla yo?- preguntó ____ ilusionada a lo que yo negué- ¿Y el nombre?- volví a negar- ¡Joder! ¿Para que me has echo venir entonces?

- Mira esta, tiene los ojos como tu- ella frunció el ceño- Me gusta.

- ¡A mi no! ¡Me hace sentir fea!- dijo con un puchero.

- Pues entonces cogeremos esta- dije riendo, a lo que me envió una mirada amenazante.

- Empiezo a pensar que realmente me odias- dijo sincera- Mucho.

- No, Shawty, simplemente me gusta cuando te enfadas.



Dije como si nada, pero ella se quedó tensa. Noté como se puso nerviosa y reí triunfante al verla así.


- ¿Vamos?- dije saliendo de la tienda, mientras ella llevaba a la gata en brazos.

- ¿Y le vas a llamar...?- preguntó curiosa.

- ¡Venga! Si me dices un nombre bonito, te dejo que lo elijas tu.

- ¡Será para siempre, eh!- dijo riendo- Cuando me vaya seguirá llevando ese nombre.


El estómago se me encogió al pensar que ella se iría, pero traté de sonreír.


- Así me acordaré de ti.

- Si, claro- dijo con irónica- Dentro de unos meses te preguntarás: "¿Y yo porque le puse ese nombre?"

- Lo dudo mucho- dije con seguridad.


Ella me miró con una sonrisa en la boca y yo no pude evitar sonreír también


- ¡Esta bien! Le vamos a poner Tuts- dijo decidida.

- ¿Tuts?- ella asintió- Parece nombre de gato y no de gata.

- Me da igual- dijo levantando los hombros- Me gusta ese, y si no escógelo tu.

- No, le pondremos Tuts.


Dentro de la furgoneta, Tuts se acomodó entre las piernas de _____ mientras ella le acariciaba el lomo.



- Tu-




- ¿A dónde vamos esta tarde?

- A dar un paseo y luego de compras- respondió Justin.

- ¡Oh! ¿Y esta noche?

- Iremos a un restaurante y después a un club.

- ¿Todos?

- Tu, yo y Fredo si quiere venir.

- ¿Y entonces mi opinión no cuenta?- bromeé.

- En estos casos no.

- ¿Y por qué?- pregunté con curiosidad.

- Porque es cuando más te necesito.

- Eso suena muy bonito, pero está en un contexto malo- él frunció el ceño- Tu necesitas mi ayuda, no a mi.

- Es lo mismo a fin de cuentas.

- Como quieras- dije zanjando el tema.



Estábamos en la suite los dos solos, tratando de que el tiempo pasara mas rápido. Yo jugaba con la gata, mientras él estaba en Twitter y actualizaba otras redes.



- Creo que te gusto- le dije a Tuts- Mira como se frota conmigo- le dije a Justin.

- Pensará que eres su dueña- yo sonreí- Dentro de un mes la tendré deprimida por tu culpa.

- Pues es tu gata. Dale cariño, Bieber- dije riendo.



Él rió y se acercó a mi lado, se sentó en el suelo, a mi lado, y empezó a acariciar a Tuts, quien parecía estar feliz.


- Cuéntame mas cosas de ti- dijo rompiendo el silencio que nos rodeaba.

- ¿Sobre mí? Soy muy aburrida.

- No te creo.

- Créeme- dije decidida.

- ¡Venga! Cuéntame algo- dijo haciendo un puchero.

- Pues la verdad es que no sé que contarte.

- ¿Quienes son tus ídolos?

- Mmmm... Jessie J, Drake, Rihanna, tu...- suspiré nerviosa- Adoro la música y no puedo decantarme por uno, por eso te dije que te admiro. Pero no tengo un solo ídolo, simplemente tengo muchos.

- Eso es bonito.

- ¡Si! Tu música me gusta- él sonrió- Tu no tanto.


El abrió los ojos sorprendido por mi comentario y yo me levanté para acostarme en la cama boca abajo, para poder mirarlo de frente.


- ¿Por qué?- preguntó frunciendo el ceño.

- Esperaba de ti unas cosas y conocí otras.

- ¿Cuáles?

- Soy muy normal... Demasiado- dije segura- Y tu fama de mujeriego no me gusta, aunque comprendo que teniendo a tantas mujeres rodeándote a todas horas te guste- dije avergonzada por el tema que estamos tratando.

- Ese es muy mal rumor- suspiró cansado- Con Selena lo pasé muy mal y no he sido capaz de tener otra relación porque ninguna chica me gustaba.

- Hay chicas perfectas que van detrás de ti.

- ¿Tu?- digo vacilándome.

- ¿Yo qué?- pregunté bromeando.

- ¿Eres una de esas chicas que va detrás de mí?

- No me incluyo en el grupo de chicas perfectas- sonreí- Soy del montón.

- ¿Tu eres del montón?- preguntó confundido a lo que yo asentí - Yo creo que tu te infravaloras mucho.

- ¿Por?- pregunté con una ceja levantada.

- Nada- digo sin saber muy bien que responder.



Pasaron los minutos y seguíamos hablando de estupideces, anécdotas, vivencias...


- Déjame haceros una foto- dijo riendo- Os veis tiernos- dijo refiriéndose a mi y a Tuts.


Yo solo sonreí mientras le acariciaba el lomo a la pequeña gata y un flash salió del teléfono móvil de Justin. Sin decir nada más, se sentó a mi lado y, con la cámara de delante, nos sacamos una foto en la que sonreíamos como idiotas.


- ¡Mira a Tuts! ¡Parece que esta cabreada!- dije riendo.

- Es su cara, Shawty.

- No digas eso- dije abrazándome a la gata- Ella es preciosa.

- Pues entonces ya somos tres los preciosos que hay aquí- dijo con una sonrisa.

- Y un creído- finalicé.

- ¿Quién?- dijo mirando a todos lados de la habitación a lo que yo reí- Voy a subirla al Instagram.

- ¿Me la pasas?

- ¿Por dónde?

- Por donde prefieras.

- Dame tu número.


Rápidamente se lo di y él lo anoto. Me pasó la foto y al instante la colgó en su Instagram con el titulo de "Mi nueva adquisición".


- Mira lo que están comentando- dije enseñándole los comentarios.

- "¿Que es la nueva adquisición? ¿Ella o el gato?"- leyó en voz alta.

- La gente le da por invertir su tiempo en inventar historias.

- Mi vida es eso- dijo señalando mi móvil- He escuchado cosas mucho peor.

- ¿Cómo la pregunta que te hice yo?

- No quiero hablar de esto, porque me cabreo.

- ¡Oh, vale!- dije nerviosa.

- No es por ti- aclaró.

- Está bien.



[...]




Caminábamos por las calles sin muchos parones, ya que apenas había gente. Era un día lluvioso y frío, pero me encantaba la sensación de libertad.


- Me encanta el viento frío- dije feliz.

- Eres rara- dijo Fredo a mi lado, riendo.

- Os avisé- respondí- Yo admito que soy rara pero, ¿qué puedo hacer?

- Decir cosas normales, de gente normal- yo reí y vi como Justin nos miraba con una media sonrisa.

- No quiero decir cosas normales- hice una mueca- Eso es aburrido.

- Ella tiene razón, bro'- le dijo Justin.

- No iba contigo la conversación- respondió Fredo con una mueca graciosa.

- Él puede opinar si quiere- dije defendiéndolo.

- ¡Oh! Él te defiende y tu lo defiendes. ¿Qué pasa con vosotros?- preguntó indignado.

- ¿Qué tiene que pasar, bro'?- preguntó Justin rápidamente.

- Esto se llama 'amor'- me dijo en español en mi oído para que no lo escuchara Justin.

- Tu flipas- dije en español también.

- Odio que habléis en español.

- Pues suena sexy.

- Pues será ella, porque...


Alfredo me guiñó un ojo y se adelantó, dejándome sola con el marrón.


- ¿Que te ha dicho?

- Una tontería como una catedral- dije riendo para evadir el tema.

- Dímelo- dijo a modo de exigencia.

- No voy a decírtelo, Justin- dije riendo- Es una bobada ¿Que más da?

- Por eso mismo. Dímelo, Shawty.

- Solo voy a decirte que ve cosas donde no las hay.



[...]

Estábamos sentados en una terraza mientras tomábamos unos frapuccinos y charlábamos tranquilamente.


- Pues creo que me haré otro tatuaje- dijo decidido.

- ¿Otro?- pregunté decidida- Yo también quiero hacerme alguno.

- ¿Que quieres hacerte?

- Unos pájaros volando.

- ¿En dónde?- pregunto con el ceño fruncido.

- En el costado- dije señalando al lado de mi cintura.

- Quedará bonito- aseguró- Pues quiero ponerme una frase en mi espalda.

- ¿Te soy sincera?- asintió- A mi sí me gusta todo el brazo tatuado, aunque no debería decirte esto.

- ¿En serio?

- ¡Si!- dije segura- Si vas a hacerte alguno, a lo mejor me atrevo yo.

- ¿Segura?- dijo riéndose- Con lo miedosa que eres...

- Tengo miedo a estar sola, ¡no a una aguja!- dije con voz de niña pequeña.

- Entonces iremos mañana.

- ¡Vale!

- ¿Trato?- me preguntó.

- Trato-


Y con estas palabras estrechamos nuestras manos para firmar el trato.



[...]



Diez de la noche. Esperaba ansiosa a que Justin llamara a la puerta de mi habitación para ir a cenar. Me había puesto el vestido que me compré en Las Vegas a conjunto con los tacones. Me sentía guapa y radiante, y eso le aportaba felicidad a mi estado de ánimo. Me miré en el espejo para después modificar un poco mi pelo, cuando escuché unas voces en el pasillo y supe que eran los chicos.

Cogí mi pequeño bolso y salí disparada.


- ¡Mira que sois lentos!- dije medio gritando- Estoy muriendo de hambre- grité sonriente cuando topé con la mirada de un chico que no conocía. Y la vergüenza subió a mis mejillas.


Justin levantó la mirada del móvil y me observó descaradamente, varias veces, haciéndome sentir pequeña ante su mirada penetrante.


- ¡Oh! Lo sentimos, Shawty- dijo Justin con una media sonrisa- Estábamos esperando a Ryan- dijo señalándolo.

- ¿No nos presentas?- preguntó el chico- Yo soy Ryan y tu debes de ser ______- dijo con voz coqueta.

- Encantada- dije cohibida.

- Estás muy guapa, por cierto- dijo el tal Ryan recorriendo mi cuerpo con la mirada.

- Menos confianzas, amigo- dijo Justin dándole golpes en la espalda- Ella no es una más- advirtió.

- No, está bien- dije sonrojándome- Gracias, Ryan- dije sonriéndole, lo que pareció molestar a Justin a juzgar por su cara.


La puerta de su suite se abrió, dejando ver a un intacto Alfredo que, por cierto, iba guapísimo.


- ¿A dónde vas?- dije riendo- ¡Estas muy guapo!

- Habló la fea- dijo cogiendo mi mano haciendo que diera una vuelta sobre mi misma- ¡Te queda realmente bien ese vestido!

- Me vais a poner roja- dije agachando la mirada avergonzada- ¡Gracias, chicos!- dije sonriente.


Justin me lanzó una mirada amenazante y penetrante, la cual no logré entender, pero que no me dio buenas vibraciones.


[...]



Habíamos comido en paz y armonía, aunque ni una sola mirada de Justin iba dirigida a mi. Por otra parte, Ryan me había caído realmente bien, estaba un poco loco pero era una buena persona.


Antes de entrar en el local, intenté hablar con Justin, le lancé miradas y me acerqué pero él simplemente me ignoró una vez más. Y era la historia de nunca acabar.


Entré rodeada por paparazzis junto Fredo, Ryan y Justin y nos posicionamos en una zona más o menos privada en dónde podíamos bailar sin tener el agobio de la gente.



- ¿Bailas?- me pregunto Alfredo y yo solo asentí.


Me moví al compás de una canción de Rihanna, echa para movimientos sensuales. Vi a lo lejos como se acercaban Justin y Ryan con dos copas cada uno y, al llegar Ryan, me entregó la suya.


- Es fuerte, pero sabe muy bien- dijo sonriendo- ¡No bebas muchos!

- Gracias- dije dando un sorbo mientras miraba a Justin.



Un señor, que creí que era parte de la seguridad, llamó a Justin, quien fue enseguida. Luego de esto lo vi desaparecer y, aunque lo busqué con la mirada, decidí olvidarlo por momentos.


- ¿Y Justin?- preguntó Ryan, a lo que yo levanté los hombros.

- Lo estaba buscando una modelo y ha ido a saludarla- dijo con doble intención - No tardará en volver. Hace rato que se ha ido.



Me sentí desvanecer, pues él me había dicho que no había tenido mas relaciones desde que dejó a Selena pero, obviamente, me había mentido. Me senté en unos de los sofás y di otro trago de mi vaso ya medio vacío. Suspiré y me reñí mentalmente por sentirme mal.


Sentí que alguien se sentaba a mi lado, pero supuse que sería Ryan o Alfredo, así que los ignoré, tratando de concentrarme en la música que salía de los altavoces. Sentí como el alcohol subía a mi cabeza y me sentí caliente, sentí como empezaba a moverme, estando aun sentada y me reí sola.


- Estas muy mal- dijo una voz que no quería escuchar a mi lado.

- No importa- dije tratando de levantarme.

- Vas a caerte, _____- me advirtió.

- ¿Te importa? ¿Acaso te importa ahora si me caigo?- dije enfadada.

- ¿De qué estás hablas?- dijo tomándome del brazo para que no avanzara.

- Déjame, Justin- dije seria- Me cansa tu actitud.



Dije antes de correr, evitando caerme hasta donde estaban Alfredo y Ryan.


Media hora después decidimos irnos, pues ya era tarde y mis pies no soportaban mas tiempo esos enormes tacones. Me los quité sin importarme nada y traté de subir a la furgoneta intentando mantener perfectamente el equilibrio.


El corto viaje de vuelta al hotel fue totalmente silencioso. Ryan estaba dormido sobre el hombro de Alfredo, quien miraba fijamente su móvil, Justin, en cambio, no quitaba su mirada de mí y yo trataba de ver mas allá de la ventana.


- ¡Llegamos!- anunció el conductor.


Bajé despacio tratando de no hacerme daño, pero cuando di un paso noté como algo rasgaba la planta de mi piel y gemí de dolor.


- ¡Auuuuuuch!- grité.


Mire mi pie con miedo y vi como salía sangre sin parar, haciéndome gemir de dolor. Me había echo un corte bastante profundo y además en la planta del pie.


Traté de caminar de puntillas, para no rozar el corte, pero no podía debido al intenso dolor que empezaba a recorrer todo mi pie.

Empezaron a salir lagrimas de mis ojos, pero seguí caminando en dirección a mi habitación. Noté como algo rodeaba mi cintura y mis rodillas con sus brazos y me subía, pero cuando giré mi cara para verlo, se me desencajó.


- ¡Suéltame!- dije empujándolo- ¡Que me sueltes, Justin!

- ¡No voy a soltarte! Tienes un corte enorme en el pie, que posiblemente se te infectará si sigues haciendo la boba- dijo refiriéndose a mi antigua manera de caminar.


Una vez arriba y con los lagrimas recorriendo mi cara, sentí como me acomodaba encima de una cama, pero cuando quise darme cuenta había caído en un perfecto sueño.



***

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viernes, 4 de octubre de 2013

Capitulo Cuatro


CAPITULO 4


- Tu -


Me duché rápidamente y me vestí poniéndome la misma ropa que antes. Había decidido que no iría al restaurante, ya que quería evitar mas malos royos.

Me cepillé el pelo, dejándolo completamente liso, y salí a la habitación de Justin en donde me quedaría a cuidar a Jaxon.

Con un par de toques de nudillos, la puerta se abrió y me recibió un Justin radiante. Lucía demasiado bien, con una expresión relajada y vestido totalmente de negro. Al verme, recorrió su mirada sobre mí y frunció el ceño, pero yo lo ignoré. Él se echó atrás, dejándome entrar, y vi al fondo a Jaxon y Alfredo jugando con unos cochecitos y un circuito. A pesar de mi frustración no pude evitar sonreír.

Me acerqué a ellos, dejando atrás a Justin, el cual no decía nada.


- Hola- dije sonriendo cuando entre en el pequeño salón.

- ¡______!- gritó Jaxon.

- ¡Pequeño!- reí- ¿A que jugáis?- él me mostró el coche que tenía en la mano.

- ¿Te vas a quedar conmigo?

- Si- él sonrió- ¿Quieres me quede?

- ¡Siiii!- dijo dándome varias piezas de los cochecitos.

- Perdona si te incomoda pero, ¿vas a venir al restaurante así?- preguntó Alfredo mientras me señalaba.

- Emmm... - dije nerviosa- No, creo que cenaré aquí y me acostaré. Estoy cansada- mentí.

- ¿Y la ropa que te has comprado?- levanté los hombros confundida.

- Supongo que tendré otras ocasiones para usarla- sonreí falsamente.


Un carraspeo hizo girarme, dejándome ver a Justin.



- ¿Puedes venir un momento?- preguntó mirándome fijamente.

- ¿Yo?- pregunte nerviosa.

- Si- respondió simplemente.


Me levanté del suelo y salí con pasos nerviosos mientras lo seguía hasta una habitación. Lo miré esperando que hablara.


- ¿Querías algo?- pregunté después de un incómodo silencio.

- ¿Por qué no vienes a cenar?

- Ya te lo he dicho, estoy cansada.

- No te creo- dijo seguro.

- ¿Qué?

- No te creo nada. Tu querías venir. Incluso te has comprado un vestido.

- He cambiado de idea.

- ¿Es por mi?- yo hice una mueca- Estaba enfadado pero ya no lo estoy.

- Da igual, Justin- dije indiferente- No sé ni por qué te has enfadado, pero bueno...- suspiré- No voy a estar para cuando quieras e irme cuando te enfades- él iba a hablar pero lo interrumpí- He intentado entender por qué te has mosqueado, pero...- hice una pausa- Si piensas que voy a agachar la cabeza y aceptar todo lo que me digas estás muy equivocado- suspiré intentando relajarme- No soy como tus novias y tampoco quiero serlo.

- Nadie te ha dicho que lo seas.

- Está bien. Entonces trátame como una conocida. Intentaré dejaros vuestro espacio. Supongo que no es fácil que venga alguien y se meta en medio.

- No es eso... Simplemente me apetecía regalarte ese conjunto y tu te has negado.

- ¿Es eso? ¿Que me he negado? Mira si, ya lo he dicho. No voy a aceptar todo lo que tu decidas.

- Lo sé- dijo casi gritando.

- Me parece muy fuerte que te hayas cabreado por eso- dije flipando- No quiero que me pagues nada, ¿y te cabreas?

- Era un regalo- aclaró.

- Un regalo para mi es dejarme vivir esta experiencia contigo, con tu hermano, el team... ¿Para que quiero esa jodida ropa?

- Eres tan diferente...- dijo riendo, lo que me extrañó mucho.

- Si, me lo dicen siempre.

- ¿Vas a venir a cenar?- negué con la cabeza a modo de respuesta

- Ahora la que estoy molesta soy yo. Además, no llevo la ropa ni nada.

- Puedes venir así.

- No flipes tanto- dije riendo por la mueca de cara- Ir vosotros, yo me iré a dormir. En verdad estoy cansada.

- ¿Me vas a fallar? ¿No vas a venir, en serio?- preguntó soprendido.

- Por segunda vez en el día, la estúpida y rara de aquí- me señalé- te va a decir que no.


Él rió y yo salí de la habitación un poco más feliz de lo que entré, pero mas confundida.



[...]


Las diez de la mañana y me esperaban todos abajo. Me había puesto la misma ropa y, la verdad, me sentía verdaderamente sucia a pesar de que la ropa estaba limpia. Bajé corriendo con mi mochila y me encontré con la mirada de todos los chicos.


- Buenos días- dijo Alfredo con una sonrisa.

- Buenos días- dije sonriendo, y es que dormir tanto me había resultado realmente bueno.

- Hola- dijo Justin detrás de mi- ¿Cómo estás?

- Hoy me he levantado de buen humor- dije sonriendo- ¿Y tu?

- Bien. Quiero contarte algo.

- Cuéntame- dije subiendo a la furgoneta- Espera, ¿y Jaxon?

- Él se ha ido a Canadá. Mi padre ha venido a por él.

- ¡Oh!- dije sin mas.

- Lo verás en una semana.

- Está bien, entonces- dije sonriendo.

- Lo que quería decirte... Nos vamos a Los Ángeles y luego a Londres cuatro días.

- ¿Yo también?- asintió- ¡Mi sueño es ir a Londres!- grité entusiasmada y él rió- ¿Me vas a dejar pagar algo que no sea mi ropa?


Él se paró pensando sin saber muy bien que responder.



- Me lo tomaré como un sí.

- Ya hablaremos de eso- respondió. Yo hice una mueca a lo que él rió.

- ¿Vamos a casa?- asintió- Menos mal, necesito ropa limpia- él frunció el ceño- No digas nada, no quiero empezar otra discusión.




- Justin -


Llegamos a Londres y _______ seguía dormida en la parte trasera del avión. Se veía tierna, pero era hora de bajar del jet e irnos al hotel.

Me acerqué hasta su asiento y me paré enfrente.



- _____- la llamé, pero no obtuve respuesta- ¡______!



Ella se removió y abrió los ojos varias veces tratando de acostumbrarse a la luz. Me miró nerviosa y confundida, pero luego sonrió.


- Lo siento... Me he quedado dormida.

- No te preocupes- sonreí.


Ella se levantó, cogió su mochila y me siguió hasta bajar del avión. Allí, una vez más, me miró avergonzada y volvió a disculparse.


- Emm... Lo siento realmente- dijo tímidamente a lo que yo fruncí el ceño.

- ¿Por qué? No es malo dormir- dijo elevando un poco la voz.

- Pero que tengas que despertarme si lo es- dijo nerviosa.

- Eso me parece estúpido.

- Da igual- dijo rindiéndose.

- Te preocupas demasiado- aseguré.


Ambos caminamos hacia el aeropuerto para subir al taxi y dirigirnos hacia el hotel.


- No es preocupación, solo prudencia.

- ¿Prudencia por qué?- pregunté confundido.

- No quiero que te vuelvas a enfadar, ¿vale?- suspiró- No quiero ser una carga.

- Pensaba que lo habías olvidado.

- Mira- dijo antes de detenerse- Si hay algo que odio es ser una molestia.

- ¿Quién dice que lo seas?- pregunté enfadado.

- Nadie, pero eso se nota. Sois todos chicos y hacéis cosas de chicos- ella empezó de nuevo a andar- Estoy pensando la idea de dejar esto.

- ¿Y el proyecto?- pregunté molesto.

- Da igual. Al fin de cuentas no voy a decir nada malo de ti aunque lo vea.


Y eso me hizo darme cuenta que no es lo que quería. Yo no quería que ella volviera. Yo simplemente quería que ella me conociera y yo a ella.



- No quiero eso- dije sincero.

- Piénsalo- dijo mirándome fijamente- Las chicas con las que te relacionas no tienen nada que ver conmigo.

- ¡Me da igual!- dije elevando la voz.

- Mejor lo hablamos cuando lleguemos.


Dicho esto empezó a andar más rápido, por lo que se me hizo imposible responderle.






- Tu -


Estaba recién salida de la ducha, con una toalla alrededor de mi cuerpo. Mi mente trataba de evadir los pensamientos negativos, pero no podía olvidar las discusiones con Justin. Mientras cogía mi ropa interior, un toque de nudillos en mi habitación me hizo sobresaltar.


Fui rápidamente hacia la puerta y la abrí unos centímetros. Mi cara se desencajó cuando vi a Justin en el otro lado.


- Espera un momento- dije volviendo a cerrar la puerta y corriendo a vestirme.



Cuando me puse con unos shorts cortos y una blusa de color roja, fui a abrir la puerta, dejándome ver a un Justin confundido.



- Estaba cambiándome- dije explicándome.


Caminé para coger un cepillo para poder peinar mi cabello.



- ¿Necesitabas algo?- dije rompiendo el hielo.

- Si, que todo este bien- yo fruncí el ceño sin entender- Verás...- suspiró- Voy a serte sincero.

- Está bien- dije sentándome en la cama y mirándolo directamente a los ojos.

- Hace unos meses, desde que lo dejé con Selena, mi carrera va de mal en peor- yo abrí los ojos, sorprendida- Mis fans siguen ahí, siempre.

- Eso es lo que importa.

- Pero, yo...- se señaló- No he echo mas que estupideces.

- ¿Los rumores son ciertos?

- Gran parte si- yo me quedé con la boca abierta- Pero no son como los cuentan.

- ¡Oh! Me sorprende.

- Se lo que estás pensando.

- No lo puedes imaginar, Justin- dije sincera.



Pensar que él había subido a dos chicas al hotel, o que había fumado marihuana, desencajaba todas las expectativas de 'hombre perfecto' que tenía sobre él.


- Bueno... Siento que necesito volver a ser el mismo que antes.

- ¿Quién te lo impide?

- Siempre estoy rodeado de gente que me ríe las mentiras y me aplaude los errores.

- ¿Scotter? ¿Pattie? ¿Kenny?- dije extrañada.

- Obviamente, ellos no. Pero soy un adolescente, ellos no ven todo.

- Entiendo.

- Creo que tu me puedes ayudar.


Yo abrí los ojos, sorprendida.



- ¿Cómo?

- Siendo tu y estando a mi lado- fruncí el ceño sin entender ni una sola palabra- No quiero que estés obligada, quiero que me conozcas y que me ayudes a volver a ser el Justin de antes.

- No sé como puedo hacer eso.

- Tu te has enfadado conmigo dos veces en dos días.

- ¿Y?

- Yo necesito alguien que me diga lo que está bien y lo que no- suspiró.

- No sé si puedo hacer eso- dije confundida.

- Dame una oportunidad- pidió- Soy imbécil, pero conmigo puedes disfrutar mucho.

- No tengo dudas sobre eso, Justin. Pero nosotros somos tan diferentes, que...

- Nos vamos a una isla perdida por Latino América- dijo interrumpiéndome- Vienen mi padre, mis hermanos, Fredo e igual los chicos.

- ¿Un consejo?- él asintió- Za, es todo lo que tu necesitas junto Ryan y Chaz- él frunce el ceño- Lil Twist solo te ha metido en problemas.

- Invitaré a Za y los chicos- dijo nervioso- No sé si invitar a Twist.

- Haz lo que quieras- dije cansada.

- ¿Vendrás conmigo?

- Si, voy a ver si vale la pena.

- Entonces, me olvidaré de Twist.

- Lo pasarás bien, igualmente- le dije con una sonrisa.

- Quiero desconectar y disfrutar.



[...]


- ¿A donde vamos?- pregunté mientras subía a la furgoneta.

- ¡Que preguntona eres!- me dijo Alfredo riendo.

- Oh, perdón. Simplemente me callaré- dije bromeando.

- Eres bipolar- reprendió este.

- ¡Joder. Fredo! Preguntona, bipolar...- dije riendo- ¿Tengo alguna característica buena?

- Bueno... Eres guapa.



Yo me sonrojé y empecé a reír.


- Pues entonces gracias- dije avergonzada.

- Que pronto te sonrojas _______- dijo Justin, que estaba enfrente de mí- ¿Te sonrojas por este?- dijo señalando a Fredo.

- ¡Ey! -grité- A ti te lo dirán todos los días, pero yo no estoy acostumbrada- le dije a Justin.

- ¡Oh, pobre!- dijo vacilando.

- Te burlas de las desgracias de los demás y eso es muy feo- dije exagerando.


Él y Alfredo rieron, y yo giré la cabeza indignada. La furgoneta paró de golpe y la puerta se abrió.


- ¡Oh, vaya! Al final hemos llegado y no sé a donde- murmuré.


Bajé y, seguida de Justin, entramos en un edificio muy alto y totalmente desconocido para mí.



- Estamos en el estudio, Shawty- susurró Justin.

- ¿En serio?

- Si. Voy a grabar un duo con William.

- ¡Wuau!- dije sorprendida mientras subía escaleras- ¿Te escucharé?

- Si quieres...

- Claro que si- contesté con una gran sonrisa.



***

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