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domingo, 6 de octubre de 2013

Capitulo Cinco





- Tu -


Salimos del estudio y yo seguía alucinando. Mi cara al ver a William fue todo un poema y ni siquiera me salieron las palabras. William tan solo vino a escuchar el resultado final, ya que él ya había grabado su parte.


Cuando Justin finalizó de grabar los últimos retoques ya era de noche, así que nos dirigimos a una pizzería para cenar algo rápido y volver al hotel.


- Estás en otro mundo, _____- dijo Justin riendo.

- Simplemente...- dije con una sonrisa- No esperaba todo esto- él frunció el ceño- ¡Joder! ¡Acabo de saludar a William!


Justin no pudo evitar carcajear ante mi cara de asombro y entusiasmo.



- ¡No te rías! ¡No conocía a ningún famoso!- reí.

- ¡Oh! Eso es raro... En New York siempre hay famosos y siendo reportera...

- Me enviaban para políticos y ese tipo de gente- dije con una mueca- Fuiste el primero.

- Y el último- dijo Fredo carcajeando.

- Eso suena muy romántico- contestó Kenny desde dentro de la furgoneta- Pero hemos llegado, así que, ¡vamos!- dijo abriendo la puerta de la furgoneta.



Ambos bajamos, pero de pronto una nube de paparazzis nos rodeó. No habían dos o tres, había mucha más gente haciendo fotos, gritando y empujando. Mi cabeza daba picotazos y mis ojos no distinguían la luz de la claridad. Justin me cogió de la mano y empezó a correr junto con los otros del team. Una vez posé un paso dentro de la pizzería, solté un profundo suspiró que no sabía que había retenido. Noté la intensa mirada de Justin sobre mí y, todavía aturdida, lo miré.



- ¡Wow! Eso ha sido... ¡Wow!- no pude decir nada más. Me había quedado sin palabras ante aquellas situación.

- ¿Estás bien?- preguntó Kenny.

- Solo estoy aturdida, pero si.

- Ve acostumbrádote- dijo Fredo en mi oído- Cuando seas alguien importante, esto será a diario.

- ¿Alguien importante?- pregunté entre risas.

- Yo me entiendo- dijo guiñándome un ojo y dejándome con la intriga de lo que quería decir realmente.

- ¿Que te ha dicho?- dijo Justin detrás de mí.


Estábamos esperando a que viniera el mesero y nos dirigiera hasta nuestra mesa.



- Tonterías- reí y él frunció el ceño en desacuerdo.

- No me gustan los secretitos- dijo bromeando.

- ¿Celoso?

- ¿Celoso de qué?- preguntó con chulería.

- De mi amistad con Alfredo- dije obvia.

- ¿La verdad?- asentí- Creo que la nuestra puede ser mucho más bonita.



Y se fue dejándome con una sensación extraña recorriendo mi cuerpo.



[...]


- ¿Y que animal quieres comprar esta vez?- pregunté riendo.


Estábamos cenando entre risas y Alfredo había aconsejado a Justin para conseguir otra mascota.


- ¿Un pájaro?- preguntó Justin a lo que yo reí.

- ¡No, man'!- dijo Kenny- Con uno que cante ya hay suficiente.

- ¿Que has tenido ya?- pregunté.

- Un hamster, un mono, un perro y una serpiente.

- Pues... ¿Un gato?- propuse.

- ¡Oh, si! ¡Una gata!- dijo Fredo emocionado.

- No es mala idea- dijo Justin.

- ¿Vamos mañana?- preguntó Alfredo entusiasmado.

- ¡Si! Kenny, averigua alguna tienda de mascotas.

- ¡Eso está echo!-dijo antes de comenzar a teclear en su teléfono móvil.

- ¿Cómo la quieres?- pregunté curiosa.

- Quiero que sea bonita.

- ¿Pero de qué color?

- Me da igual- dije levantando los hombros.

- Pues yo la prefiero clarita- dijo Alfredo.

- ¡Es mía!- todos reímos- Quiero que tenga los ojos como los tuyos- me dijo.



Yo me tensé.



- ¿Por qué?- pregunté nerviosa.

- Simplemente me gusta tu color de ojos.

- Gracias- dije sonrojándome.

- ¿Por qué te pones roja, ____?- preguntó Alfredo.

- ¡Eres tonto! Nadie se había dado cuenta- dije avergonzada.

- Si, ____- dijo Justin riendo- Lo habíamos notado.

- ¡Dejarme en paz!- bromeé.


Ellos se miraron cómplices y murmuraron algo que no logré entender.



- ¿Que cotilleais?- ellos me ignoraron- ¡Hey!- le dije a Justin- ¿Que habéis dicho? Creía que no te gustaban los secretitos- él sonrió con picardía.

- ¡Lo has echo aposta!- él rió y yo fruncí el ceño enfadada.


Al final terminamos todos riendo, sin ni siquiera saber el por qué.




- Justin -



Entré sigilosamente a la habitación de ______, ya que tenía la tarjeta de todas las habitaciones del team por si hubiera alguna emergencia. La vi en la cama, con las piernas acurrucadas a su pequeño cuerpo y sus brazos rodeando la almohada. Me reí por lo bajo ante una escena tan tierna y divertida. Me acerqué lentamente al lado de la cama y, cuando ya no podía estar más cerca, exclamé:



- ¡Uhhh!


Ella dio un salto y abrió los ojos rápidamente como platos, asustada.



- ¡Imbécil! ¡Imbécil! ¡Imbécil!- repitió cuando vio como me reía y comenzó a golpearme con la almohada- ¡Te aprovechas de que te dije que soy miedosa para reírte de mi!

- ¡Oh! No me acordaba de eso, Shawty- dije sincero mientras cogía la almohada.

- Si, claro- suspiró intentando tranquilizar su pulso agitado- ¡Te odio!

- Lo siento de verdad- dije riendo- Aunque me esté riendo, me sabe realmente mal.

- ¡Está bien! ¿Qué haces aquí y como has entrado?

- Soy Justin Bieber- respondí señalándome.

- Me da igual quien seas, no tienes porque entrar aquí.


Reí ante su expresión. Estaba con el pelo desecho, los ojos pequeñitos a causa de las ojeras y el pijama subido, haciendo que pudiera ver su abdomen.



- No te enfades- dije acostándome a su lado. Ella se tensó.

- ¡Vete de aquí!- dijo empujándome- ¡Mírame!- se señaló- ¡Parezco un monstruo! Necesito unos minutos para arreglarme.

- Dicen que las chicas guapas son las que se ven bien recién levantadas.

- Pues que mala suerte la tuya que no la hayas encontrado aun, pero... ¡Sigue buscando!

- ¿De qué hablas?

- Mira, tengo buen despertar, al menos normalmente, pero si vienes tratando de bromear sobre mi aspecto y encima me despiertas con un grito, pues me pones de mala leche.


Yo carcajeé muy fuerte y ella se quedó pasmada mientras me miraba.


- No te he dicho nada sobre tu aspecto.

- No hace falta que lo digas tu, yo lo sé.

- Eres taaan bipolar- dije confundido.

- Si, como quieras- dijo dándose media vuelta para seguir durmiendo.

- ¡Eh!- la zarandeé- Te he despertado porque quiero que me acompañes a por la gata.

- ¿¡La gata?!- dijo levantándose rápidamente a lo que yo asentí- Entonces iré.



Se levantó corriendo de la cama, dejándome ver sus perfectas piernas y su ombligo, y se encerró en el baño. Diez minutos después, salió con la cara lavada, el pelo mojado y otro pijama. La miré atentamente recorriendo cada rincón de su cuerpo.


- ¡Joder, Justin! Parece que no hayas visto nunca a una mujer.

- No te había visto nunca tan corta.

- El otro día llevaba shorts- dijo mientras buscaba en su maleta.

- No llevabas una especie de pantalones que parecen unas bragas- ella se giró sorprendida- Pero no quiero decir que no me guste mirarlo.

- ¡Cerdo!- dijo volviéndose a meter en el baño, para salir minutos después completamente cambiada- ¿Así mejor?

- ¡No! Prefiero el biquini o la ropa interior.

- Pues eso ya, otras chicas mas exuberantes- dijo haciendo una mueca rara a lo que yo reí.



[...]



-¿Puedo elegirla yo?- preguntó ____ ilusionada a lo que yo negué- ¿Y el nombre?- volví a negar- ¡Joder! ¿Para que me has echo venir entonces?

- Mira esta, tiene los ojos como tu- ella frunció el ceño- Me gusta.

- ¡A mi no! ¡Me hace sentir fea!- dijo con un puchero.

- Pues entonces cogeremos esta- dije riendo, a lo que me envió una mirada amenazante.

- Empiezo a pensar que realmente me odias- dijo sincera- Mucho.

- No, Shawty, simplemente me gusta cuando te enfadas.



Dije como si nada, pero ella se quedó tensa. Noté como se puso nerviosa y reí triunfante al verla así.


- ¿Vamos?- dije saliendo de la tienda, mientras ella llevaba a la gata en brazos.

- ¿Y le vas a llamar...?- preguntó curiosa.

- ¡Venga! Si me dices un nombre bonito, te dejo que lo elijas tu.

- ¡Será para siempre, eh!- dijo riendo- Cuando me vaya seguirá llevando ese nombre.


El estómago se me encogió al pensar que ella se iría, pero traté de sonreír.


- Así me acordaré de ti.

- Si, claro- dijo con irónica- Dentro de unos meses te preguntarás: "¿Y yo porque le puse ese nombre?"

- Lo dudo mucho- dije con seguridad.


Ella me miró con una sonrisa en la boca y yo no pude evitar sonreír también


- ¡Esta bien! Le vamos a poner Tuts- dijo decidida.

- ¿Tuts?- ella asintió- Parece nombre de gato y no de gata.

- Me da igual- dijo levantando los hombros- Me gusta ese, y si no escógelo tu.

- No, le pondremos Tuts.


Dentro de la furgoneta, Tuts se acomodó entre las piernas de _____ mientras ella le acariciaba el lomo.



- Tu-




- ¿A dónde vamos esta tarde?

- A dar un paseo y luego de compras- respondió Justin.

- ¡Oh! ¿Y esta noche?

- Iremos a un restaurante y después a un club.

- ¿Todos?

- Tu, yo y Fredo si quiere venir.

- ¿Y entonces mi opinión no cuenta?- bromeé.

- En estos casos no.

- ¿Y por qué?- pregunté con curiosidad.

- Porque es cuando más te necesito.

- Eso suena muy bonito, pero está en un contexto malo- él frunció el ceño- Tu necesitas mi ayuda, no a mi.

- Es lo mismo a fin de cuentas.

- Como quieras- dije zanjando el tema.



Estábamos en la suite los dos solos, tratando de que el tiempo pasara mas rápido. Yo jugaba con la gata, mientras él estaba en Twitter y actualizaba otras redes.



- Creo que te gusto- le dije a Tuts- Mira como se frota conmigo- le dije a Justin.

- Pensará que eres su dueña- yo sonreí- Dentro de un mes la tendré deprimida por tu culpa.

- Pues es tu gata. Dale cariño, Bieber- dije riendo.



Él rió y se acercó a mi lado, se sentó en el suelo, a mi lado, y empezó a acariciar a Tuts, quien parecía estar feliz.


- Cuéntame mas cosas de ti- dijo rompiendo el silencio que nos rodeaba.

- ¿Sobre mí? Soy muy aburrida.

- No te creo.

- Créeme- dije decidida.

- ¡Venga! Cuéntame algo- dijo haciendo un puchero.

- Pues la verdad es que no sé que contarte.

- ¿Quienes son tus ídolos?

- Mmmm... Jessie J, Drake, Rihanna, tu...- suspiré nerviosa- Adoro la música y no puedo decantarme por uno, por eso te dije que te admiro. Pero no tengo un solo ídolo, simplemente tengo muchos.

- Eso es bonito.

- ¡Si! Tu música me gusta- él sonrió- Tu no tanto.


El abrió los ojos sorprendido por mi comentario y yo me levanté para acostarme en la cama boca abajo, para poder mirarlo de frente.


- ¿Por qué?- preguntó frunciendo el ceño.

- Esperaba de ti unas cosas y conocí otras.

- ¿Cuáles?

- Soy muy normal... Demasiado- dije segura- Y tu fama de mujeriego no me gusta, aunque comprendo que teniendo a tantas mujeres rodeándote a todas horas te guste- dije avergonzada por el tema que estamos tratando.

- Ese es muy mal rumor- suspiró cansado- Con Selena lo pasé muy mal y no he sido capaz de tener otra relación porque ninguna chica me gustaba.

- Hay chicas perfectas que van detrás de ti.

- ¿Tu?- digo vacilándome.

- ¿Yo qué?- pregunté bromeando.

- ¿Eres una de esas chicas que va detrás de mí?

- No me incluyo en el grupo de chicas perfectas- sonreí- Soy del montón.

- ¿Tu eres del montón?- preguntó confundido a lo que yo asentí - Yo creo que tu te infravaloras mucho.

- ¿Por?- pregunté con una ceja levantada.

- Nada- digo sin saber muy bien que responder.



Pasaron los minutos y seguíamos hablando de estupideces, anécdotas, vivencias...


- Déjame haceros una foto- dijo riendo- Os veis tiernos- dijo refiriéndose a mi y a Tuts.


Yo solo sonreí mientras le acariciaba el lomo a la pequeña gata y un flash salió del teléfono móvil de Justin. Sin decir nada más, se sentó a mi lado y, con la cámara de delante, nos sacamos una foto en la que sonreíamos como idiotas.


- ¡Mira a Tuts! ¡Parece que esta cabreada!- dije riendo.

- Es su cara, Shawty.

- No digas eso- dije abrazándome a la gata- Ella es preciosa.

- Pues entonces ya somos tres los preciosos que hay aquí- dijo con una sonrisa.

- Y un creído- finalicé.

- ¿Quién?- dijo mirando a todos lados de la habitación a lo que yo reí- Voy a subirla al Instagram.

- ¿Me la pasas?

- ¿Por dónde?

- Por donde prefieras.

- Dame tu número.


Rápidamente se lo di y él lo anoto. Me pasó la foto y al instante la colgó en su Instagram con el titulo de "Mi nueva adquisición".


- Mira lo que están comentando- dije enseñándole los comentarios.

- "¿Que es la nueva adquisición? ¿Ella o el gato?"- leyó en voz alta.

- La gente le da por invertir su tiempo en inventar historias.

- Mi vida es eso- dijo señalando mi móvil- He escuchado cosas mucho peor.

- ¿Cómo la pregunta que te hice yo?

- No quiero hablar de esto, porque me cabreo.

- ¡Oh, vale!- dije nerviosa.

- No es por ti- aclaró.

- Está bien.



[...]




Caminábamos por las calles sin muchos parones, ya que apenas había gente. Era un día lluvioso y frío, pero me encantaba la sensación de libertad.


- Me encanta el viento frío- dije feliz.

- Eres rara- dijo Fredo a mi lado, riendo.

- Os avisé- respondí- Yo admito que soy rara pero, ¿qué puedo hacer?

- Decir cosas normales, de gente normal- yo reí y vi como Justin nos miraba con una media sonrisa.

- No quiero decir cosas normales- hice una mueca- Eso es aburrido.

- Ella tiene razón, bro'- le dijo Justin.

- No iba contigo la conversación- respondió Fredo con una mueca graciosa.

- Él puede opinar si quiere- dije defendiéndolo.

- ¡Oh! Él te defiende y tu lo defiendes. ¿Qué pasa con vosotros?- preguntó indignado.

- ¿Qué tiene que pasar, bro'?- preguntó Justin rápidamente.

- Esto se llama 'amor'- me dijo en español en mi oído para que no lo escuchara Justin.

- Tu flipas- dije en español también.

- Odio que habléis en español.

- Pues suena sexy.

- Pues será ella, porque...


Alfredo me guiñó un ojo y se adelantó, dejándome sola con el marrón.


- ¿Que te ha dicho?

- Una tontería como una catedral- dije riendo para evadir el tema.

- Dímelo- dijo a modo de exigencia.

- No voy a decírtelo, Justin- dije riendo- Es una bobada ¿Que más da?

- Por eso mismo. Dímelo, Shawty.

- Solo voy a decirte que ve cosas donde no las hay.



[...]

Estábamos sentados en una terraza mientras tomábamos unos frapuccinos y charlábamos tranquilamente.


- Pues creo que me haré otro tatuaje- dijo decidido.

- ¿Otro?- pregunté decidida- Yo también quiero hacerme alguno.

- ¿Que quieres hacerte?

- Unos pájaros volando.

- ¿En dónde?- pregunto con el ceño fruncido.

- En el costado- dije señalando al lado de mi cintura.

- Quedará bonito- aseguró- Pues quiero ponerme una frase en mi espalda.

- ¿Te soy sincera?- asintió- A mi sí me gusta todo el brazo tatuado, aunque no debería decirte esto.

- ¿En serio?

- ¡Si!- dije segura- Si vas a hacerte alguno, a lo mejor me atrevo yo.

- ¿Segura?- dijo riéndose- Con lo miedosa que eres...

- Tengo miedo a estar sola, ¡no a una aguja!- dije con voz de niña pequeña.

- Entonces iremos mañana.

- ¡Vale!

- ¿Trato?- me preguntó.

- Trato-


Y con estas palabras estrechamos nuestras manos para firmar el trato.



[...]



Diez de la noche. Esperaba ansiosa a que Justin llamara a la puerta de mi habitación para ir a cenar. Me había puesto el vestido que me compré en Las Vegas a conjunto con los tacones. Me sentía guapa y radiante, y eso le aportaba felicidad a mi estado de ánimo. Me miré en el espejo para después modificar un poco mi pelo, cuando escuché unas voces en el pasillo y supe que eran los chicos.

Cogí mi pequeño bolso y salí disparada.


- ¡Mira que sois lentos!- dije medio gritando- Estoy muriendo de hambre- grité sonriente cuando topé con la mirada de un chico que no conocía. Y la vergüenza subió a mis mejillas.


Justin levantó la mirada del móvil y me observó descaradamente, varias veces, haciéndome sentir pequeña ante su mirada penetrante.


- ¡Oh! Lo sentimos, Shawty- dijo Justin con una media sonrisa- Estábamos esperando a Ryan- dijo señalándolo.

- ¿No nos presentas?- preguntó el chico- Yo soy Ryan y tu debes de ser ______- dijo con voz coqueta.

- Encantada- dije cohibida.

- Estás muy guapa, por cierto- dijo el tal Ryan recorriendo mi cuerpo con la mirada.

- Menos confianzas, amigo- dijo Justin dándole golpes en la espalda- Ella no es una más- advirtió.

- No, está bien- dije sonrojándome- Gracias, Ryan- dije sonriéndole, lo que pareció molestar a Justin a juzgar por su cara.


La puerta de su suite se abrió, dejando ver a un intacto Alfredo que, por cierto, iba guapísimo.


- ¿A dónde vas?- dije riendo- ¡Estas muy guapo!

- Habló la fea- dijo cogiendo mi mano haciendo que diera una vuelta sobre mi misma- ¡Te queda realmente bien ese vestido!

- Me vais a poner roja- dije agachando la mirada avergonzada- ¡Gracias, chicos!- dije sonriente.


Justin me lanzó una mirada amenazante y penetrante, la cual no logré entender, pero que no me dio buenas vibraciones.


[...]



Habíamos comido en paz y armonía, aunque ni una sola mirada de Justin iba dirigida a mi. Por otra parte, Ryan me había caído realmente bien, estaba un poco loco pero era una buena persona.


Antes de entrar en el local, intenté hablar con Justin, le lancé miradas y me acerqué pero él simplemente me ignoró una vez más. Y era la historia de nunca acabar.


Entré rodeada por paparazzis junto Fredo, Ryan y Justin y nos posicionamos en una zona más o menos privada en dónde podíamos bailar sin tener el agobio de la gente.



- ¿Bailas?- me pregunto Alfredo y yo solo asentí.


Me moví al compás de una canción de Rihanna, echa para movimientos sensuales. Vi a lo lejos como se acercaban Justin y Ryan con dos copas cada uno y, al llegar Ryan, me entregó la suya.


- Es fuerte, pero sabe muy bien- dijo sonriendo- ¡No bebas muchos!

- Gracias- dije dando un sorbo mientras miraba a Justin.



Un señor, que creí que era parte de la seguridad, llamó a Justin, quien fue enseguida. Luego de esto lo vi desaparecer y, aunque lo busqué con la mirada, decidí olvidarlo por momentos.


- ¿Y Justin?- preguntó Ryan, a lo que yo levanté los hombros.

- Lo estaba buscando una modelo y ha ido a saludarla- dijo con doble intención - No tardará en volver. Hace rato que se ha ido.



Me sentí desvanecer, pues él me había dicho que no había tenido mas relaciones desde que dejó a Selena pero, obviamente, me había mentido. Me senté en unos de los sofás y di otro trago de mi vaso ya medio vacío. Suspiré y me reñí mentalmente por sentirme mal.


Sentí que alguien se sentaba a mi lado, pero supuse que sería Ryan o Alfredo, así que los ignoré, tratando de concentrarme en la música que salía de los altavoces. Sentí como el alcohol subía a mi cabeza y me sentí caliente, sentí como empezaba a moverme, estando aun sentada y me reí sola.


- Estas muy mal- dijo una voz que no quería escuchar a mi lado.

- No importa- dije tratando de levantarme.

- Vas a caerte, _____- me advirtió.

- ¿Te importa? ¿Acaso te importa ahora si me caigo?- dije enfadada.

- ¿De qué estás hablas?- dijo tomándome del brazo para que no avanzara.

- Déjame, Justin- dije seria- Me cansa tu actitud.



Dije antes de correr, evitando caerme hasta donde estaban Alfredo y Ryan.


Media hora después decidimos irnos, pues ya era tarde y mis pies no soportaban mas tiempo esos enormes tacones. Me los quité sin importarme nada y traté de subir a la furgoneta intentando mantener perfectamente el equilibrio.


El corto viaje de vuelta al hotel fue totalmente silencioso. Ryan estaba dormido sobre el hombro de Alfredo, quien miraba fijamente su móvil, Justin, en cambio, no quitaba su mirada de mí y yo trataba de ver mas allá de la ventana.


- ¡Llegamos!- anunció el conductor.


Bajé despacio tratando de no hacerme daño, pero cuando di un paso noté como algo rasgaba la planta de mi piel y gemí de dolor.


- ¡Auuuuuuch!- grité.


Mire mi pie con miedo y vi como salía sangre sin parar, haciéndome gemir de dolor. Me había echo un corte bastante profundo y además en la planta del pie.


Traté de caminar de puntillas, para no rozar el corte, pero no podía debido al intenso dolor que empezaba a recorrer todo mi pie.

Empezaron a salir lagrimas de mis ojos, pero seguí caminando en dirección a mi habitación. Noté como algo rodeaba mi cintura y mis rodillas con sus brazos y me subía, pero cuando giré mi cara para verlo, se me desencajó.


- ¡Suéltame!- dije empujándolo- ¡Que me sueltes, Justin!

- ¡No voy a soltarte! Tienes un corte enorme en el pie, que posiblemente se te infectará si sigues haciendo la boba- dijo refiriéndose a mi antigua manera de caminar.


Una vez arriba y con los lagrimas recorriendo mi cara, sentí como me acomodaba encima de una cama, pero cuando quise darme cuenta había caído en un perfecto sueño.



***

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