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sábado, 3 de noviembre de 2012

Capitulo 10 ~ Necesitaba abrazarte



J: ¡Mamá! Necesito una profesora de español- le grité.

P: Hijo, tienes a Marie. Ella te puede enseñar- le guiño un ojo.

M: La verdad sería divertido- sonrió.

Mi madre y ella empezaron a reír. Kenny no se había enterado de nada y yo me quedé sin saber que decir ni que hacer. Me encantaba que Marie estuviera mas cómoda. Que no viera a mi madre, como algo inaccesible. Mi mama era muy tierna.

*****************CAPITULO 10********************************


- Narra Marie -

Ahora si que me sentía a gusto. Reía con Pattie mientras Justin nos miraba un poco confuso. El otro señor, de piel oscura y grande sonrisa, iba a lo suyo. De golpe, Justin interrumpió nuestras risas.

J: Kenny, ¿nos vamos?

P: ¿Y nosotras que?- preguntó Pattie

J: Podéis hacer lo que queráis.

M; ¿Si? ¿Y entonces quien te enseña la ciudad?- pregunté a propósito.

Él no supo que decir, le había jodido un poco. Quería hacerse el ofendido, pero no le salio bien. Yo me reí por lo bajo.

J; Vamos, que se nos hará de noche.

Pattie y yo salimos delante y Justin esperó a Kenny. Estaba medio enfadado, pero yo sabía que era medio broma. Tampoco había dicho tanto. Solo lo obvio. Que sería divertido escucharle hablar español.

P: Esperaros un segundo, voy a por mi bolso- dijo mientras se alejaba.

K: Pues yo voy bajando y traigo la furgoneta aquí- sonrió y nos dejo solos.

Él se quedó callado. No sabía que decir o que hacer. Yo sonreí y el me miró.

M: ¿Estas enfadado?- esperé a que me contestara, pero no lo hizo- ¡Just! Que lo dije de broma. Me encantaría darte clases.

Me puse delante y el se giró, lo volví a hacer y el volvió a girarse. ¿Quería guerra? Pues iba a tenerla.

A los dos segundo, salió Pattie de su habitación y bajamos todos juntos por las escaleras. Yo lo ignoré por completo, ni siquiera le dediqué una mirada.

P: Chicos, voy a llevar la llave a recepción. Justin, ¿y la tuya?- él se la entregó y esta la cogió.

Otra vez se fue y nos dejó allí solos, pero esta vez, quien no hizo movimiento, fui yo. Pattie estaba a unos metros, en frente del mostrador. Estuve metida en mis pensamientos cuando vi que unos brazos me rodeaban. Alcé mi vista. Sí, lo que esperaba. Era Justin. Mis labios se curvaron.

M: ¿No estabas enfadado?- pregunté seca y seria al mismo tiempo.

J: Lo intenté, pero no puedo enfadarme- sonrió.

M: Just. Si quieres que me vaya solo tienes que decírmelo. Lo entenderé.

J: ¡Hey!. Para nada. Quiero que me enseñes la ciudad- me tenía rodeada por sus brazos.

En ese momento alguien carraspeó.

P: ¿Qué significa tanto roce? -preguntó con voz burlona y nosotros la miramos extrañados antes de separarnos mientras reíamos.

J: ¡Mamá!- le riñó.

M: Pattie- me miró- Deberías estar acostumbrada. Justin abraza a cientos de chicas cada día.

P: No es igual- murmuró.

Yo no entendí muy bien que quería decir con eso pero intenté ignorarlo. Salimos del hotel y subimos a la furgoneta. Pattie prefería subir de copiloto para hablar con Kenny sobre no se que tema.

La parte trasera se quedaba demasiado grande para nosotros dos solos. Me senté al final del todo. Tenia los cristales tintados para que no le molestaran los flashes y no lo reconocieran. Justin se sentó a mi lado.

M: Justin- me miró- ¿Cómo vas a hacer para que las fans no te persigan?

J: No puedo hacer nada. Voy con Pattie y Kenny y a ellos también los conocen.

M: Pues si te soy sincera, a Kenny no lo conocía- le sonreí- Anoche lo vi por primera vez.

J: ¿No? Pues él me acompaña a todos lados.

M: Pero yo no suelo ver fotos tuyas, con tus amigos o tu familia. Me hice belieber por tu música, y lo sigo siendo por eso mismo- el sonrío- No soy de esas obsesionadas en saber quien es tu chica o a que amigo quieres más, ¿me entiendes?- se quedó embobado.

J: ¡Wow!- sonrió- Es la primera vez que me dicen esto. ¿Me amas solo por mi música?

M: No te amo- le corregí- Te admiro.

J: Con el tiempo me amarás- rió vacilante.

M: No te lo creas tanto, Bieber- le pegué en el brazo y el rió.

Él coche paro y bajamos. Él se puso su gorra y sus gafas. A lo mejor podía evitar que lo reconocieran.


[...]

Rabian pasado dos horas y ya habíamos visto casi todo Madrid. No habíamos tenido que pararnos mucho con las beliebers, hasta ahora, que algunas fans enloquecidas se acercaron a él. Yo me subí a la furgo sin que nadie me viera. No quería que nadie pensara mal ni ponerle en un compromiso a Justin. Cuando terminó de atenderlas muy amablemente, subió y se sentó a mi lado. Kenny arrancó el coche y salimos de allí.

J: Shawty- me giré hacia él ya que iba mirando por la ventana.

M: Dime- susurré.

J: ¿Porque te subiste a la furgo sin mí?

M: Justin, tenías unas cuantas beliebers esperándote.

J: ¿Y?- quería sacarme las palabras de la boca.

M: Nada. Que no quería que pensaran nada ni que te empezaran a preguntar, y pensé que lo mejor era subirme- él comenzó a reírse.

M: Odio cuando ríes sin más.

J: Es que eres muy graciosa

M: Haber, ¿qué he dicho ahora?

J: Eres demasiado buena- me quedé esperando que siguiera- Otra chica se hubiera quedado para posar con ellas y que le preguntaran cosas.

M: Pues ahora ya sabes. Yo no soy así.

Él solo sonrió y me dio un beso en la mejilla. Me hacía feliz. Ya no era solo su música, ahora él también me hacia feliz.


- Narra Justin -

Me había dejado muerto. ¿Que me amaba por mi música? ¿Que no quería llamar la atención? ¿Y ahora qué sería lo siguiente?

M: Just, ¿a dónde vamos? Creo que ya no queda ningún rincón más por visitar.

J: Esto...- miré mi reloj- Pues en ese caso, supongo que iremos al hotel.

M: Vale- sonrió.

No quería que se fuera tan pronto, pero la visita se había acabado. Se me ocurrió una cosa.

J: ¿Que tal si cenas conmigo y me enseñas algo de español?- ella rió.

M: ¿Ahora quieres que te enseñe español? ¿No estabas enfadado?

J: No, solo me lo hice un poco- sonreí.

M: Justin, no quiero parecer pesada. He estado contigo tooooodo el día- alargó la 'o'- Van a pensar...

J: ¿Van a pensar qué? Además, ¿qué importa?- la interrumpí.

M; Tu team. Tu madre vino para estar contigo, y Alfredo y Scooter.

De pronto escucho unos gritos. Son de mi madre.

P: ¡Juuuuuuuuuustin! ¡Justinnnn!

J: ¿Qué mamá?

P: Me acaba de llamar tu padre. Viene mañana con los niños y se instalará en el mismo hotel. Lo malo es que solo viene por dos días.

Mi cara cambió. Estaba feliz, iba a ver a mis hermanos después de dos meses. Podría abrazar a mi princesa, y a Jaxon, el futuro Señor Bieber. Ellos eran una parte muy importante en mi vida. Lo eran todo.

J: Vale, mamá. ¿A que hora llega el avión?

M: A las doce llegan a España- respondió.

J: Perfecto, iremos a por ellos.

M: Otra cosa.

J: ¿Qué?

M: Me voy a cenar con Scooter y con Kenny. Alfredo creo que no quiere venir. ¿Que tal si te vas con él a cenar?

J: Está bien mamá. Hablaré con él.

Dimos la conversación por finalizada. Miré a Marie. Esta sonreía como diciendo: 'Ves como tenía razón'.

J: No digas nada- me adelanté.

M: No iba a decirlo- rectificó.

J; ¿Y si te vienes conmigo y con Fredo?

M: Justin, no seas pesado- sonrió- ¿Porque no hacéis una cena de hombres?- rió- Bueno... de chicos.

J: ¡Eh! Que yo soy muy hombre.

M: No lo dudo- dijo entre carcajadas.

Yo cogí el móvil y marqué el número de teléfono de Alfredo. Sabía que a él no le importaba que viniera Marie, pero decidí preguntarle antes. Estuve hablando y, finalmente, colgué. Ella me miró confundida.

J: Alfredo me ha dicho que te vengas con nosotros.

M: ¡Que mentiroso! ¿Eso se lo habrás dicho tu?- afirmó.

J: Prometo que me dijo que no le importaba que te vinieras. Que si querías traerte a una amiga, no le importaba- y me guiñó un ojo.

M: Yarey esta en casa sus abuelos y de Nazaret no se nada. Las otras no están en la ciudad. Así que... ¡nada!

J: Pues vente tú Venga, comemos algo y te llevo a casa- le propuse.

M: Para eso ceno en casa- me estaba vacilando.

J: Pues si quieres nos quedamos hasta tarde.

M: Mis padres me regañarían.

J: ¿Y si nos quedamos hasta cuando tu quieras?

M: Era broma tonto- dijo entre risas- No vayas a creer que soy así, ¡eh!

J: Entonces ¿donde vamos?

M: ¿Mc Donals?

J: ¿Mc Donals?- pregunté confundido.

M: No se, me apetece una hamburguesa.

Me dejo sorprendido. Que una chica te pida una hamburguesa no es muy normal. Todas quieren restaurantes, joyas y vestidos bonitos. Eso era lo último que me faltaba por oír.

J: La verdad es que a mi también- afirmé riendo.

M: Pues invito yo- iba a negarme, pero antes, ella me tapó al boca- ¡O no voy!- gritó.

Abrí los ojos como platos. Me había dejado alucinado

Sin más, su mano rozó mis labios, y cuando ella se dio cuenta la quitó rápidamente. Pero a mi no me importó lo mas mínimo. El roce me encanto.


- Narra Marie -

Quería ir a casa y así estar un poco con mis padre, ducharme y relajarme un poco, ya que este cúmulo de emociones iba a estallar en algún momento.

Estábamos llegando. Por el camino habíamos hablado un poco de todo. Le hablé de mi familia, y el me habló de sus hermanos. Quería conocerlos, pero no me atreví a pedírselo. No quería presionarle ni parecer entrometida.

Habíamos llegado.

M: Justin, me gustaría ir a casa a ducharme y eso. ¿Qué hora es?

J: Son las siete. ¿Quedamos a las nueve?- preguntó.

M: Nueve y media, por favor- le miré con cara suplicante

J: Vaaaaale- dijo alargando la 'a'- Vamos a por mi coche y te llevo.

M: No, tranquilo, me pido un taxi.

J: ¿Todavía no has aprendido que soy mas testarudo que tú? Venga, vamos- dijo poniéndose en camino hacia el coche.


[...]

Llegamos a mi casa y me avisó que pasaría a por mi a las nueve y media. Yo me negué pero él, como siempre, me convenció.

En una hora y media estaba lista. Me había vestido de lo más normal. No me apetecía poner tacones ni vestidos. Prefería algo así:


Había hablado con mis papas y me dijeron que estaban muy contentos de verme feliz, pero que no me ilusionara. La ducha me relajó mucho y me hizo pensar que esto había pasado gracias al destino. En cero coma, sonó el timbre y yo bajé las escaleras.

Allí estaba él con su hermosa sonrisa, esperándome. Me echo un vistazo. Caminamos hacia el coche y él me abrió la puerta. Mi madre salió a saludar a Justin y este le respondió con un 'adiós' en español, el cual me hizo reír.

J: Hola linda- me sonrojé.

M: Hola Just- sonreí.

J: ¿Que tal? ¿Que te dijeron tus padre?

M: Mucho mejor. Ya empiezo a creerme que te conocí y que te tengo a medio metro de mí- sonreí con vergüenza- Mis padre me dijeron que están muy contentos por mí.

J: ¿Por qué no te lo crees, Shawty?

M: No se, Justin. Tu conoces a gente todos los días y haces muchos sueños realidad. Pero yo soy española y tu vives a millones de quilómetros de aquí, y no entiendo que te haya conocido y que me vaya a bailar contigo habiendo gente mucho mas buena.

J: Puede haber gente mas buena, pero tu baile fue el que más me llegó de las diez personas que cogí- me tensé- Y eres la que mas confianza me ha dado.

M: Eso es porque no los has conocido, porque Yarey es increíblemente buena, aunque esta un poco loca.

J: No lo dudo.

M: ¿Y porque decidiste cenar conmigo y no con Yarey o Nazaret?

J: Porque te vi tan mal, tan frágil mientras bailabas. Necesitaba abrazarte, y lo quise hacer especial.

M: Gracias.

En ese momento, el corazón se me rompió. ¿Por qué tenía que ser tan bueno? ¿Por qué?

Le di un beso en la mejilla, que para mí significó muchas cosas, aunque no creo que fuera lo mismo por su parte.


(2/3 Maratón)

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