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miércoles, 23 de enero de 2013

Capitulo 37 ~ Deja que te bese y te lo demuestro

M: ¿Quieres hacer felices a mis españolas?- asintió- Aprende a decir "Dale a tu cuerpo alegría macarena, que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena".
Él frunció el ceñó y yo le repetí la frase pero esta vez incluí el baile. Él me miró y rió.

J: ¡Ahhh! Da... Dale- dijo con dificultados.

Yo le repetí como tropecientas veces la misma frase, y así pasamos la mañana hasta que llegamos a casa.
 
_______________Capitulo 37__________________



- Narra Justin -

Eran las cinco de la tarde. Estaba tumbado en el sofá con Marie encima de mi pecho mientras veíamos una película. Según parecía, ella le prestaba atención pero yo intentaba centrarme en la cita de esta noche. Quería que fuera increíble, pero ella me había dicho que no le apetecía nada elegante.

M: ¿No te gusta?- dijo mirándome.

J: ¡Oh! No es eso- dije sonriendo.

M: ¿Entonces? ¿Por qué estas tan en tu mundo?

J: Solo estoy pensando, Shawty.

M: ¿En qué?- preguntó curiosa..

J: Nada, déjalo- sonreí.

M: ¡No! ¡Dímelo, Bieber!- me suplicó mientras esbozaba una preciosa sonrisa. Ella sabía que no podría resistirme a eso.

J: Pues que no se donde llevarte esta noche- dije agachando la cabeza algo avergonzado.

M: Ooohhh...- dijo tiernamente- ¿Tu eres tontito, verdad?- dijo revolviéndome el pelo- Por mí como si nos quedamos aquí toda la noche. La cuestión es estar contigo- ante eso, yo sonreí como un tonto.

Sin poder evitarlo me acerqué a ella y la bese. En esos segundos el tiempo se paró a nuestro alrededor. Era como si solo nosotras estuviésemos sobre la superficie terrestre. Me sentía como su novio y no podía esperar mas para serlo.

J: Entonces, ¿que hacemos?

M: Yo no se tú, pero a mi me apetece ir al McDonals- yo reí.

J: Pues allí iremos.


[...]

A las nueve y media esperaba ansioso a Marie, la cual me pedía unos minutos mas. Los chicos habían llegado hacía más o menos dos horas y entendieron perfectamente.

M: Ya estoy- dijo saliendo de su habitación.

Ella sonrió como un angelito mientras bajaba las escaleras, y yo me quedé embobado con su cuerpo, con su estilo, con ella.


M: ¿Por qué me miras tanto?- dijo sonrojándose.

J: Estás perfecta- dije cogiendo su mano- Pero sin tacones sigues igual de linda.

M: ¿Que problema tienes con mis tacones?- yo sonreí y comencé a caminar con ella de la mano.

Habíamos llegado a la puerta principal, así que nos despedimos de los chicos con un simple "Adiós" y un "Hasta luego" y ellos no dudaron en responder con un "Pasarlo bien, pareja", a lo que mi ángel rió.

Metidos dentro del coche, con música de fondo y unas ganas de disfrutar increíbles, Marie retomó nuestra conversación.

M: ¿Y?- dijo esperando mi respuesta.

J: Me encantan tus tacones, pero no tanto la idea de que seas casi mas alta que yo. Ni tampoco que los chicos se fijen en ti- dije mientras una media sonrisa se dibujaba en mi cara.

M: ¿Te he dicho alguna vez que piensas muchas estupideces?- yo fruncí el ceño- Aún llevando tacones me pasas un palmo, a parte, así veo mejor tus ojos- el sonrió- Y respecto a lo otro... No voy a mencionar nada porque ya sabes que es lo que pienso al respecto.

J: ¿Y qué piensas?

M: Creo que queda claro ya ,que no puedes estar celoso de alguien que no existe- yo aparté la mirada de la carretera para mirarla- Nadie me mira ni cosas de esas. Solo tú. Y, la verdad, aún no lo entiendo- rió.

Yo sí lo entendía, y muy muy claramente. Ella era una especie de necesidad como comer o dormir. En dos meses se había adentrado en mi vida y en la de mi familia, y con ello, también en mi corazón. Ahora no podía pensar un plan sin incluirla o hacer una broma sin observar su sonrisa. Era simplemente algo a lo que alguien, algún día, llamó amor...

J: Bebe, debes saber que tu también dices muchas estupideces- ella rió- Todo hombre con cabeza y gusto mataría por estar contigo- ella agachó la cabeza, colorada.

M: ¿Que tal si pones mas volumen a esto?- dijo señalando el aparato de la música.

J: No me cambies de tema- reí- ¿Por qué no te lo crees? No viene mal admitir las cosas de vez en cuando.

M: Soy así, Just. Me enseñaron a ser humilde.

J: ¿No crees que yo lo sea?- dije sonriendo para que no se viera atacada.

M: No dudo eso, Just. Eres muy humilde.

J: ¿Entonces?- reí- Ahí tienes la prueba. Yo me lo creo un poco- dije sonriendo.

M: ¿Un poco, Bieber? Tu tienes bastante autoestima- dijo riendo.

J: Porque tener a tanta chica detrás mía mientras me dice piropos, pues al final uno acaba creyéndonos.

M: Ya la has cagado- dijo riendo- Con lo tierno que eres normalmente.

J: ¡Eh! Lo sigo siendo.

M: Si, si, Bieber. No lo dudo. Pero ahora dale volumen a esto.

Yo le subí el volumen a la radio y ella se acercó rápidamente y me dio un efusivo beso en la mejilla. En ese instante empezó a sonar Cher Lloyd, con su temazo "Want u Back"




-Narra Marie-

Empecé a cantar sin importarme que tenía al lado a un cantante y que la canción era un "medio rap". Justin me miró sorprendido pero yo seguí a mi bola. Cher me encantaba y no lo podía evitar. Una vez la canción terminó, Justin carcajeó demasiado fuerte y divertido a la vez.

M: ¿De que te ríes?- dije dándole un pequeño puñetazo en el hombro.

J: ¿Tienes complejo de rapera?

M: ¡Hey! Que ya se que no es mi fuerte, pero no te burles.

J: No, si en verdad me encantó- dijo sin poder parar de reír.

M: ¡Si!- dije con ironía- Por eso te ríes tanto, ¿no Drew?

J: ¡Venga ya! Ha tenido su gracias y lo sabes.

M: ¡Anda canta tu, tontito!

De pronto calló y escuchó la próxima canción que sonaba en la radio. Genial, era mi diosa, Rihanna con su gran tema 'Diamonds'

J: Mira, si te han acertado las canciones.

M: ¡Shh!- dije tapándole la boca.

Seguidamente, nos pusimos los dos a cantar como locos mientras las miradas fluían y las risas se escuchaban.


[...]


Las doce menos diez. Íbamos en coche camino a casa. La cena en el McDonald fue mas de lo mismo. Mil risas, mil miradas, unas pocas beliebers y unos cuantos paparazzis.

M: Me duele la boca de tanto reír, Just- reímos una vez más sin poder evitarlo- Me lo he pasado genial.

J: ¿Te vas a dormir ya?- lo miré confundida- Es que quiero decirte algo.

M: ¡Ah!- dije aun mas confundida- Dime, Just.

J: No de esta manera- dijo sonriendo.

Ahí entendí su mensaje, y sí, tenía razón, esa no era la manera perfecta para lo que tanto deseaba.

M: Como quieras- sonreí.

Llegamos a casa casi sin darme cuenta y, nada más entrar, busqué a los chicos con la mirada. No estaban por ningún lado. Miré a Justin.

J: Deben haber salido de fiesta con Lil.

Me sentí culpable por retener a Justin y no pude evitar que mis inseguridades salieran a la vista.

M: Vete con ellos, Justin. Conmigo ya has cumplido- dije sonriendo.

J: ¡No! Aunque te vayas a dormir, quiero estar contigo.

M: ¿En la misma cama?- pregunté pícara.

J: Si tu quieres...-dijo alzando las manos a modo de excusa.

M: No, no tengo sueño.

J: Entonces, ¿qué hacemos?- dijo mientras me cogía de la cintura.

M: Mmm...- dije pensando- ¡Ya lo tengo! ¿Nos metemos a la piscina?

Él frunció el ceño, pero a mi me apetecía muchísimo darme un baño calentito.

J: ¿Ahora?

M: Si, ahora. Es lo mejor- dije ilusionada.

J; Pero hace frió...- dijo excusándose.

M: Bah, da igual si no quieres. Yo me meteré- dije mientras mis labios impactaban en los suyos.

Subí lo mas rápido que pude para ponerme el bikini y bajar a darme un chapuzón. Me puse lo primero que pillé y bajé las escaleras:


[...]


Estaba relajada, muy relajada. El ambiente allí dentro era increíble. La temperatura perfecta y el agua calentita.

Hundí mi cabeza bajo el agua y nadé al otro extremo de la piscina. Cuando salí a la superficie y abrí los ojos, lo primero que divisé fue la sonrisa del hombre mas perfecto de la faz de la tierra. Me froté los ojos para poder ver con claridad.

M: ¿Ahora? Pero si hace frió- dije repitiéndole las mismas palabras que él había dicho anteriormente.

J: ¿Estas molesta?- dijo riendo.

M: ¿Por qué iba a estarlo?- dije con rentintin- ¿Por dejarme sola aquí y no querer bañarte conmigo?

Él abrió mucho los ojos como en señal de sorpresa y yo sonreí.

M: ¡Just! Es broma, ¡eh!- reí.

J: ¡Que susto me has dado, enana!

M: ¡Hey! Soy enana, pero te gusto- dije mirándolo demasiado pícara.

J: Y no sabes cuanto...- dijo con una sonrisa.

Él se quito la camisa y se metió en la piscina lanzándose de cabeza. Se acercó a mí, que estaba en la parte menos profunda donde tocaba perfectamente.

M: ¿No decías que hacía frío?

J: Contigo es imposible que haga frió, Shawty- rió sombre mi oreja lo que provocó que me estremeciera.

M: ¿Y eso?- fruncí el ceño.

J: Deja que te bese y te lo demuestro.

Sin decir ni una sola palabra más, lo bese yo misma, comprobando que cuando alguien te gusta, haces lo imposible por rozarle, besarle o aunque sea mirarlo el mayor tiempo posible.


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Mil gracias por seguir ahí. <3

1 comentario:

  1. SIGUIENTE!! ME ENCANTA ESTA NOVELA!! ES LA MEJOR!! SIGUIENTE PLEASE(:

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