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domingo, 2 de diciembre de 2012

Capitulo 15 ~ Es una foto perfecta.


(Mini- Maratón 1/2)

M: ¡Vaya! Me faltó decirle que eres un poco ignorante- abrió los ojos como platos- ¿En serio me ves capaz de hacer eso?- levanto los hombros, dudando- Lo dicho. No me conoces nada.
J: ¿Entonces? ¿No has dicho nada? -pregunto confundido.
M: No Just. Nunca seria capaz de hacerte eso.

Me levanté y me fui unos asientos mas atrás. Quería tranquilidad, soledad, música y nada más.

________ Capitulo 15_________
- Narra Justin -

Vale, la había cagado y mucho pero ella parecía que le había dado igual. Veía que le molestaba, pero al mismo tiempo estaba bromeando conmigo, y si a esto le sumas que desconfié de ella, estaba en la ruina.

Ellos ya sabían que la primera parada era Canadá, que todos estábamos alojados en el mismo hotel y que estaba cerrado exclusivamente para nosotros. Tenía un salón común, un comedor y una pista de baile por si alguien quería ir ensayando.

Era la hora de comer y habíamos quedado. Luego iríamos todos a dar una vuelta para conocernos mas y ver Canadá. Mas que nada era por estar juntos.

Le conté a Alfredo lo que pasó y él le dio la razón a ella. Y es que Alfredo le tenía un cariño especial, y no, no hablo de amor, pero con ella se comportaba diferente que con las otras bailarinas.

Bajé al comedor y estaban todos sentados. Busqué, busqué y busqué y, finalmente, ahí estaba. Encontré a Marie, como siempre con Yarey, Naza. También estaba acompañada por el italiano y otras dos chicas más. Charlaba alegremente mientras echaba un vistazo en busca de alguien. Iba muy guapa.


[...]

Íbamos caminando por la calles de Canadá, casi en el centro. Hacía solecito, pero el frío era inevitable. De vez en cuando miraba a Marie. Se le veía feliz y muy ilusionada. Iba con ese gorrito que le quedaba tan bien.

A: Bro', voy a hablar con las españolas. ¿Vienes?- Alfredo me sacó de mis pensamientos.
J: Si, adelantate. Ahora voy.

Él se fue detrás y yo seguí charlando con un chico Mexicano que me había caído realmente bien.


- Narra Alfredo -

Quería hablar con Marie. Esa chica me caía muy bien y no me gustaba verla tan distanciada, aunque por una parte lo entendía. Me acerqué y ella me saludó.

M: ¡Fredo!
A: ¡Marie! ¿Que tal estas? Cuanto tiempo- ella agachó la mirada.
M: Te vi antes, pero me daba corte saludarte.
A: ¿Por qué?
M: No sé...- rió.
A: ¿Te vas a presentar a las pruebas, no?
M: No...- sonrió falsamente- Yo no...
A: ¿Y eso? Creía que querías hacer unas escenas románticas con el mismísimo Justin Bieber- quise sacarle las palabras.
M: Me conformo con bailar en el mismo set que él.
A: No te entiendo, Marie. Miles de chicas harían esta prueba y tu, que lo tienes facilismo, no quieres.
M: Pero no creo que valga para eso. Además, me centraré en ensayar, bailar, grabar y listo- sonrió- Le doy mi oportunidad a otra chica. ¿No es mejor?
A: Se que escondes algo. ¿Por qué ni siquiera has hablado con Justin? ¿Os pasa algo?- sabía perfectamente la respuesta, pero no creía que Marie me la dijera así como así.
M: Por mi parte no- suspiró- Él lo quiso así.
A: Lo dudo.

Esto era una mezcla de malentendidos y echos que habían echo esto frío, muy frío. Justin se acercó con una sonrisa y nos saludó.

J: ¡Hola!- dijo en un perfecto español.
Todos: Hola- rieron.
J: ¿Como estáis?
Yarey: Genial. Canadá es increíble- dijo eufórica.
Bailarín: Ya ves, es un sueño echo realidad.

Marie sonreía pero no abría la boca. Estaba molesta y la entendía. El bailarín le decía cosas al oído y ella carcajeaba. Se notaba a millas que tenían un buen rollito, pero para mí, ese chico era gay.

J: ¡Marie! Mi hermana me ha mandado besos para ti.

Mierda. La había cagado, lo intuía. Los otros chicos, que estaban cerca, se quedaron confundidos. Ella lo miró, suspiro una vez más y habló.

M: Oh- sonrió- Mandale uno muy fuerte de mi parte y dile que se cuide.
J: Lo haré.

Y ahí quedo todo. Ella se negaba a compartir mas palabras con él, y por mucho que él lo intentó, ella respondía con monosílabos y poco más.

A: Marie, necesito hablar contigo- me miró confundida- Esta noche después de cenar ven a mi habitación. Es importante.
M:¿No me puedo negar?- negué con la cabeza a modo de respuesta.



- Narra Marie -
Fredo no me dejó escapatoria. Así que me encontraba en la puerta de su habitación, intentando que ocurriera un milagro sagrado para no tener que hablar con él. Mas que nada, porque sabía que hablaríamos de Justin, Justin y más Justin.

Di tres golpes y la puerta se abrió. El mundo me cayó encima cuando vi que no era Fredo.

M: Oh, perdón. Creo que me equivocado. Lo siento.

Me iba a ir, pero me cogió del brazo. Me solté rápidamente.

J: Marie, esta es la habitación de Fredo.
M: Genial. ¿Donde está? Quería hablar conmigo.
J: No, yo quería hablar contigo, él solo me ayudo.
M: ¡Mierda! Ya no se puede confiar en nadie.
J: Se lo pedi yo...- susurró.
M: Esta bien- suspiré- ¿Que quieres?
J: Pues...- iba a hablar pero le interrumpí.
M: Mira, si me vas a preguntar si estoy enfadada, no, no lo estoy y tampoco tengo motivos para ello. ¿Me molesta? Pues claro que me molesta, pero no tengo derecho de echarte nada en cara. ¿Que soy tonta? Si, por creer cosas imposibles- suspire- ¿Algo más?
J: ¿Puedes pasar?

Me quedé pensando. Si, pasaría lo resolvería todo. Así quitaría los problemas de mi mente.

M: Esta bien- él sonrió- Dime lo que quieras, así acabará todo esto.
J: Pues quería explicarte todo.
M: No necesitas excusarte, entiendo todo a la perfección.
J: Pero si ni siquiera sabes en donde estuve.
M: ¿La verdad? Creo que no es preciso que me lo cuentes, es tu vida. Yo solo soy tu bailarina. ¿Acaso Yarey lo sabe?
J: Tu eres diferente. Eres mi amiga.
M: No digas eso, Justin. Nunca podré ser tu amiga y tu bien lo sabes.
J: ¿Sabes? Tienes una desconfianza que no te permite acercarte a gente, pero yo, esta vez, no quise alejarme de ti. Es más, no quiero. Eres mi amiga, eres alguien especial.
M: ¿Quien lo dice? ¿En que guión lo tienes escrito? Just, eres mi ídolo. Por mucho que nos esforcemos yo nunca podré ser tu amiga. Ojalá todo fuese mucho más fácil.
J: Es fácil. Yo quiero y tu quieres.
M: ¿Tu quieres?- pregunte incrédula.
J: Ves, no te fías de nadie.
M: ¿Y que hago?
J: Déjame convencerte de que yo soy un buen amigo,que se escuchar y divertirme.

[...]

Eran las doce de la mañana y no había nadie en mi habitación. Ni Yarey ni Naza. Estaba sola.

Si, al fin no pude resistirme a Justin y acabe cediendo. Lo que significa que volvemos a ser amigos o al menos intentarlo.

Me levanté, me duche y salí. Teníamos ensayos en la tarde, y en la noche íbamos de fiesta a un local que no quedaba muy lejos de la playa.

Me vestí y bajé.


Algún que otro bailarín estaba desayunando, pero de Yarey y Nazaret no sabía absolutamente nada. Las busqué y no estaban. Vi a Alexa, pero mi italiano y las chicas tampoco estaban. Me quedé pensando en que hacer cuando una voz dulce me desbloqueó.

J: ¿Estas buscando a alguien, Shawty?- lo miré. Él sonrió- Se han ido a dar una vuelta. Hasta las cinco no tenemos ensayo.
M: ¿Y no me dicen nada?- pregunté sorprendida.
J: ¿Te vienes conmigo a dar una vuelta y luego a comer?
M: ¿Que pasa si digo que no?
J: Que no aceptaré- dijo con una sonrisa.
M: Entonces, vamos- acepté con una gran sonrisa de oreja a oreja.



- Narra Justin -

Llevaba como dos horas andando con Marie. La verdad, me encantaba mirarla y fijarme en cada una de sus facciones. Era guapísima y eso nadie lo podía negar.

J: ¿Traes la cámara?
M: Obvio- sonrió- Nunca la utilizo, pero la llevo siempre.
J: Pues es hora de empezar a utilizarla. Déjamela- le pedí y me la dio.
M: Ten, tontito.
J: Sonríe- le indiqué sonriendo.
M: ¡No! No me hagas fotos- dijo tapándose la cara con las manos- Hoy estoy muy fea.
J:¿Hoy?
M: Vale, ¡sieempreeeeee! Pero hoy más- sonrió- Gracias eh, por levantarme el animo- dijo sarcásticamente.
J: Déjame Shawty, si te ves guapísima- se sonrojó.
M: No me gustan las fotos.
J: ¿Y si son junto a mi?
M: Bueno... Entonces ya me lo pienso- sonrió.
J: Ven- la cogí de la cintura- Sonríe.

Ella puso una cara rara mientras yo la miré riéndome. Era una foto muy tierna, pero muy rara al mismo tiempo.

M: ¡Oh, no! ¡Que horror!- se rió- Déjame a mi la cámara.

Nos enfocó a los dos, contó hasta tres e, instantáneamente, beso mi mejilla, lo que hizo que mi sonrisa se ampliara con el tacto de su piel.

M: Ves, esta me gusta mas- la miró.
J: A ver- me la enseñó- Jo, mi cara de tonto es buena- reí.
M: ¿Será por que lo estas, no?- vaciló.
J: ¿Quieres que cuelgue en mi twitter una foto tuya?
M: No serías capaz- vaciló una vez más con una sonrisa.
J: ¿Que no? ¿Me retas?
M: No, no. Déjalo.
J: ¿Y si no quiero?- sacó su móvil.
M: Pero si en tu móvil no tienes las fotos.
J: ¿No? ¿Estás segura?

Rápidamente busque las fotos. Todas las fotos que hacía en la cámara se me bajaban directamente a mi móvil, y por eso tenía todas las fotos que nos habíamos echo.

J: ¿Esto? ¿Que es esto?- me echo una mirada asesina- Subir, si, OK- la miré- Subida.
M: Dime que eso no es cierto porque corto cabezas- reí muy fuerte al ver su expresión.
J: Lo prometo.
M: ¡¿Que has puesto BIEBER?!
J: 'Con una de mis bailarinas en Canadá'- leí.
M: ¿Que qué? ¿Que foto has subido?- dijo pronunciando cada silaba.
J: La última que nos hemos echo- sonreí- Salías genial, Shawty.
M: Dime que no, que es mentira- negué con la cabeza- ¡Te mato!- gritó- ¡Me van a matar! Tus beliebers, mis hermanas, me querrán matar.
J: ¿Que hablas? Acaso he dicho alguna mentira.

Ella me dio un golpe en el hombro y empezó a hablar rápidamente sin ton ni son.

J: Hey, hey, Shawty, tranuila. Si es una foto perfecta.


[...]

Estábamos comiendo en un McDonals, como siempre que salíamos juntos. Ella ya se había relajado.

Le hice hacerse un twitter y la seguí. Vimos que la foto tenia muchos 'me gusta' y unos pocos comentarios que no leí por miedo a que hubiera algún insulto.

J: ¿Tienes muchos seguidores?
M: Just, todavía ni he twitteado.
J: Ten en cuenta que mis fans tardaran dos o tres horas en averiguar tu twitter.
M: ¿Y que hago?- preguntó confundida.
J: ¿Como que qué haces? Pues twittea lo que te plazca, sube las fotos que quieras, opina de lo que creas y pasa de los malos comentarios.
M: Gran consejo, Bieber- sonreí.
J: ¿Sabes?- alcé una ceja- Me gusta que me llames Bieber.
M: ¿A si? Te gusta Just, Bieber... ¿Algo más? Es por saberlo- vaciló.
J: Si me llamas tu me parecerá perfecto- sonrió dulcemente.

En ese momento me entraron ganas de achucharla mil veces, de abrazarla. e incluso me atrevería a decir que moría por besarla. Era un peluche tierno que da mucho y no pide nada a cambio.

M: Hey- me sacó de mis pensamientos con un chasquido de dedos. Luego sonrió- ¿De verdad has hablado con Jazzy de mí?
J: ¿Lo dudas? Nada más me hablaba de ti. La tienes encariñada.
M; No, ella me ha encariñado a mí.

Solo pude sonreír una vez mas como un tonto.


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Un beso lectoras.

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